Algo más.

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Casi un mes había pasado desde la mentira que había dicho, Aomine no me había desmentido, a pesar de que era algo malhumorado y brusco, a veces podía llegar a ser amable.

Yo aun no pensaba alguna manera de desmentir me, al menos no podía decir la verdad ya que tenia miedo de lo que podría pasar.

Me estaba empezando a acostumbrar a Aomine, y estaba empezando a perder de vista lo que era la realidad, él todos los días me acompañaba a mi casa y empezaba a ser mas amable conmigo, a su manera.

-Buenos días, Zakura- me saludaron.

-Buenos días, Wakamatsu-san, Susa-san, van al gimnasio?- pregunte viendo como ellos no tenían el uniforme.

-Si, pronto tendremos un partido con alguien realmente fuerte, queremos estar en forma- me dijo Susa-senpai.

-Estaré animandolos- sonreí.

-Gracias- ambos me sonrieron.

Se despidieron de mi para después quedarme sola en la banca del gimnasio, Aomine aun no llegaba hoy había sido uno de esos días en los cuales no había ido por mi, claro, lo hacia cuando tenia que ir por su revista de mujeres que enseñan todo.

Ellos eran geniales y no me cansaba de verlos, podía  dar lo mejor de si, no se podría decir mucho sobre que fuesen los mejores o eran un equipo fuerte, pero ellos eran fuerte.

-Ey, sigues aquí-  la voz de Aomine me hizo dar un pequeño respingo, caminaba arrastrando los pies.

-Solo tenia ganas de verlos entrenar, son fuertes-  señale con la mirada a los chicos los cuales hacían un tres contra tres.

-Quien sabe- se limito a decir.

-No tienes mucha confianza en ellos cierto?-

-Ah!? Porque tendría? Solo yo basto para ganar cualquier juego, te lo demostraré-

-No lo dudo pero, creo que a veces es bueno... confiar en alguien más- en esto ultimo fui bajando más la voz.

Me había dado cuenta de lo tonta que sonaba, esas palabras me las estaba diciendo a mi misma.

-No eres nadie para decirme eso, alguien que se deja mangonear por cualquiera y que hace todo... - empezó burlándose.

-Lo entiendo!... lo entiendo muy bien, por favor para-

-No lo are, tienes que entrar en razón, no siempre tienes que hacer lo que ellos dicen, acaso eres una marioneta? Que patética-

Acepto que el tenia razón pero eso no era razón para que sus palabras no me doliesen, y si que lo hacían, cada una de ellas penetraba mi piel, era como él había dicho, era patética

-Si, lo soy, soy patética por ser como soy y también por mentir de esta manera, perdona por eso- lo mire, mis ojos inundados de lagrimas y llena de vergüenza y a la vez furia.

Él parecía sorprendido por verme así, no quise hablar más y salí corriendo del gimnasio frente a las miradas de los demsas que habían presenciado el espectáculo.

(Voz Aomine)

Mierda, así no era como quería decirle las cosas pero al recordar como la tratan y ella no hace nada para defenderse me hacen enfadar.

Su cara me habia sorprendido, parecía triste y sus ojos llenos de lagrimas, nunca había visto esa cara, eso me había dejado más que sorprendido.

-Aomine, creo que deberías cuidar más tu forma de hablarle-  Imayoshi-san se acerco a mi.

-Ya lo se, no era mi intención hablarle así, mierda-

-Quejarte no solucionara nada, porque no vas y te disculpas con ella-

-Ja, tiene que ser una broma-  se pasaba de listo si creía que me disculparia.

Acepto que me equivoque pero jamas me retractaria, ella tenia la culpa por ser tan endengle.

-Aomine, a veces el hombre se hace más hombre cuando acepta tu parte de error y pide disculpas-

Lo mire mal, frunci la frente, a veces este cuatro ojos decia las cosas con la mayor experiencia.

-Ella se fue enojada-

-Claro eso era lo más obvio, todos aquí escuchamos lo que le dijiste pero ella sabe perdonar, y creo que te quiere- 

Reí para mis adentros, si el supiera que todo esto era una vil  mentira y todo era un juego no pensaría así.

-Te equivocas, ella...-  me interrumpió.

-Vas a decir que estoy equivocado por decir que ella te quiere, pero la e observado, no le gusta mucho el deporte pero esta presente en cada entrenamiento, cuando se meten con ella por tu culpa te defiende, se lleva todo para ella, no conozco a nadie que haga eso-

-Tks - chasque la lengua

-Así que ve y arregla todo con ella-

Me dio un empujón, si no fuera él le hubiese soltado un golpe por tocarme.

Salí corriendo para buscarla, tal vez no le pida disculpas pero trataría de que ya no estuviese enojada, o tal vez le daría por su lado, no entiendo muy bien a las mujeres pero, de una cosa estoy seguro es que es mejor que ellas no estén enojadas o tristes porque nos echaran la culpa.

Camine un poco más hasta encontrarla, estaba mirando un arbol, parecía absorbida por este.

Estuve a punto de abrir la boca pero no lo hice, no lo hice porque ella tenia una mirada que nunca había visto, sus lagrimas hacían que sus ojos brillaran dejando ver un hermoso y profundo gris, sus labios temblaban un poco y sus mejillas estaban pintadas de carmín.

Era una hermosa vista, el viento jugaba con su cabello suelto, lo envidiaba por tocarla y yo no poder hacerlo.

-Zakura- mis labios se movieron solos llamándola.

Ella giro su cabeza algo sorprendida, limpio sus lagrimas rápidamente y trato de hacer como que nada había pasado.

-Que pasa?- 

Me acerque un poco a ella, ella era mucho más pequeña, un pequeño oso  panda tal vez.

-Yo... lamento lo que dije hace rato, no fue con esa intención-

Rayos, yo mismo me contradecía en todo, la imagen que había visto hace un momento me había cautivado.

-No, perdóname a mi, yo sabia que todo lo que decías era verdad solo que lo tome algo mal-

-Aun y así no fue manera y para disculparme... mañana te llevare a donde quieras- rasque un poco mi cabeza, ya lo había soltado.

-En serio?- sus ojos parecieron brillar y no por lagrimas.

-Si, hum, mañana nos vemos en la estacion a las diez de la mañana-

-Claro-  parecía feliz, al menos una sonrisa reemplazaba esos labios temblorosos por el llanto.

Bueno, me había contradecido yo mismo, la imagen de ella mirando el arbol me capturo y no se iba de mi cabeza ademas... había sentido algo en el estomago, esto no era hambre era algo más.

El contrato. (Aomine Daiki)Where stories live. Discover now