LA HISTORIA DEL PILOTO

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Un hombre empujó una piedra colina

arriba. Cuando llegó a la cima, la piedra rodó

hasta abajo y él volvió a empezar. En el pueblo

cercano, la gente lo vio. «Un castigo», dijo.

Nadie lo acompañó ni trató de ayudarle, porque

temían a quienes habían impuesto el castigo. El

hombre siguió empujando. La gente continuó

mirando.

 Ya solo se veía parte de la piedra y del

hombre mientras la empujaba por la cima.

Una niña sintió curiosidad y, un buen

día, subió a la colina. Cuando se halló más

cerca, le sorprendió ver que la piedra tenía

grabados nombres, fechas y lugares.

—¿Qué son todas esas palabras? —

preguntó.

—Las penas del mundo —respondió el

hombre—. Las cargo hasta la cima, una y otra

vez.

—Las utilizas para desgastar la colina

—dijo la niña al ver el hondo surco que había

abierto la piedra.

—Construyo una cosa —contestó el

hombre—. Cuando termine, tú ocuparás mi


lugar.

La niña no tuvo miedo.

—¿Qué construyes?

—Un río —respondió el hombre.

La niña bajó de la colina, extrañada de

que alguien pudiera construir un río. Pero no

mucho después, cuando llegaron las lluvias y el

agua inundó el largo surco y se llevó al hombre a

algún lugar lejano, vio que él tenía razón y ocupó

su lugar: empujó la piedra y cargó con las penas

del mundo.

Así es como nació el Piloto.

El Piloto es un hombre que empujó una

piedra y el agua se lo llevó. Es una mujer que

atravesó el río y miró el cielo. El Piloto es joven

y viejo, y tiene los ojos de todos los colores y el


pelo de todos los tonos; vive en desiertos, islas,

bosques, montañas y llanuras.

El Piloto encabeza el Alzamiento, la

rebelión contra la Sociedad, y no muere nunca.

Cuando el tiempo de un Piloto se agota, otro

ocupa su lugar.

Y así sucesivamente, una y otra vez,

como una piedra cuando rueda.

En un lugar que no sale en los mapas de

la Sociedad, el Piloto vivirá y gobernará

siempre.


Juntos (Liberacion)Where stories live. Discover now