¿Sabes lo que se siente que todo el mundo te mire y se empiece a reír?, o ¿incluso que tu propia familia diga que no hables en su presencia?, no pues déjame decirte que se siente horrible, ellos insisten que al haber nacido le eche la mala suerte a...
Han pasado ya seis años, desde que adhara nació, y no a sido la experiencia mas hermosa, la han tratado horrible, ¿quién dijo que toda madre quiere a sus hijos?, por que estaba muy equivocado, no todas lo son, y este es el caso, a sus seis años había vivido cosas tan feas, que no debería de haber visto y vivido, la única que la quería y consolaba era su abuela, ella no entendía, por que su mama no la quería, tampoco el por que su familia la miraba con odio, ella pensaba que había hecho una travesura que a lo mejor no recordaba y por eso no le hablaban.
Este día ella iba de visita con su abuela, aunque el termino "visita" estaba de mas, pues prácticamente la niña pasaba mas tiempo, con la abuela que en casa de sus padres, la niña iba algo triste pero ella, aun así iba emocionada por ver a su abuela.
-abuelitaaa, ya llegue- le frito con cariño la niña a la dulce anciana.
-ya voy pequeña- respondió con dulzura la mujer de edad avanzada.
-abue, ¿como esta?, ¿podemos hacer galletas?, ¿donde esta liffy?- entro la niña con una torrente de preguntas.
-mi niña tranquilízate, una pregunta a la vez, estoy bien, si dulzura todas las que quieras, muy bien debe estar correteando por ahí- respondió a todas las preguntas.
-abue, ya se acerca mi cumple, y ¿sabes que?.
-dime.
-mi mama no me a dicho nada, menos mi papa, ¡ a lo mejor me van a hacer una fiesta sorpresa y por no me han dicho nada!- dijo con inocencia la pequeña, mientras a señora la miraba con mucha tristeza.
-a lo mejor, pero mejor olvida eso que, tal vez y sospechen que ya lo sabes, y no te la hacen para ese día, vamos mejor a preparar unas ricas galletas de chocolate, ¿qué te parece?- trato de cambiar de tema la señora.
-tienes razón abuelita, ¿les puedo hechar todas las chispas que yo quiero?
-siempre y cuando, dejes para otra ocasion.
-lo prometo vamos abuelita tenemos que apurarnos.
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la señora no entendía el por que su hija y yerno, no quieren a una niña tan dulce, y hermosa, no entendía, ella era como un angel caído del cielo, tal vez ese presentimiento no desapareciera del todo pero, no era para tanto, es cierto que cuando nació, pasaron cosas muy raras, como el hecho de que le divirtiera ver como su primo sangraba , con el corte en la rodilla, o el que trataran de robarles cuando la niña cumplió su primer mes de nacida pero eran meras coincidencias, no tenía que estar relacionadas con adhara pero su hija no lo entendía, y le dolía ver que su nieta, fuera desplazada tan fríamente.
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