Nada es imposible

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Al llegar a casa me baño durante una hora y media, media más de la habitual por el vómito de Dina. Hago lo acordado, paseo mi hermana y a Rock, hago las compras, y desinfecto mi habitación, aunque lo último no era parte del trato. Al terminar me tiro como una roca sobre la cama.

Mi tiempo de dormir no es mucho porque me levantan para almorzar. Después de comer, vuelvo a la cama, pero un mensaje me llega cuando estoy apunto de empezar a soñar.

Alice, la clase pasada que faltaste la profesora dijo que hay prueba de todo lo que dimos, de los ejercicios que estuvimos haciendo. Y lo más importante son los Nocturnos de Chopin, puedes elegir el que quieras para tocar.》

Mierda. Necesito dormir, pero también necesito aprobar el exámen de piano si quiero mi título este año.

Antes de tocar el teclado lo desinfecto con alcohol. Enchufo los auriculares al teclado y me siento a tocar Nocturno no. 20 en Do menor, mis manos se mueven automáticamente. Casi no necesito leer la partitura para tocar bien está canción de tanto que la he practicado. Mi error es no respetar los tiempos exactos, hago las cosas a mi manera y a veces me juega en contra, como cuando toco en grupo, y dudo que algún día me elijan para tocar en una orquesta, debido a que hay un solo piano, y el que es escogido es el mejor. Y yo siempre soy mediocre.

Me paso horas y horas tocando, incluso con dolor de manos y espalda.

Toco con diferentes sonidos del teclado la misma canción, ya que tiene hasta sonido de guitarra. Esa es la ventaja del teclado, aunque mi sueño es tener un piano de cola.

Siento como si el tiempo se detiene cuando toco cada nota. Cuando me doy cuenta ya es de noche. La cena está lista.

Mi familia sabe que cuando no salgo en todo el día es porque toco el teclado, y aunque digan que la música es una perdida de tiempo, lo respetan en cierta forma, porque saben que es lo único que me hace feliz cuando mis días son oscuros.

El fin de semana pasa. Llega lunes.

Otra vez Leone está sentada en el lugar de Dan. Me siento a su lado.

- ¿Nos conocemos? - Pregunto de repente.

- No lo suficiente.

- Lo justo y necesario sí sí ya... - Predigo su frase. - Pero yo me refiero a lo que dijiste la noche de la fiesta, me diste a entender que ya nos conocemos y realmente eso no puede ser posible, a no ser que vengas de otra dimensión y en un mundo paralelo donde tú y yo sí nos conocemos. Pero eso es prácticamente imposible, claro por una explicación compleja que no entenderías.
- No, nos conocemos en la vida real. - Sacude la cabeza.

- Eso es más imposible que la Teoría del Multiverso, tengo una memoria perfecta.

Y es verdad, puedo recordar a cada persona que conocí en toda mi vida. Y eso a veces es una desgracia porque hay gente indeseable que desearía eliminar de mi memoria para siempre. Y es gracioso porque la gente suele decirme que soy un robot, y si fuera uno podría suprimir algo que no me interesa, pero no. Lamentablemente soy una simple mortal.

Marcia no aparece a buscarnos a nuestro curso como siempre, Dina viene sola. Dice que cree que Marcia está de mal humor y no sabe porqué. Dan y yo no decimos nada. Dina nos pregunta que pasó cuando se emborrachó, nosotros le decimos que ya no es virgen. Se pone blanca. Reímos y le decimos que es mentira, le da un suave golpe en la cabeza a Dan y amaga que me golpeará también a mi. Cierro los ojos con fuerza y espero el impacto, aunque nunca llega. Abro primero mi ojo derecho y encuentro a Dan y Dina burlándose de mi.

- Idiotas, malditos bastardos.

- No te enojes, no nos estamos burlando de ti, sólo reimos contigo. Debes aprender a reír un poco más, no te haría mal.

Everything is perfect nowWhere stories live. Discover now