V. "La sorpresa" [Lutteo.]

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Luna limpió las lágrimas de su rostro, encendió su computadora, y abrió Skype, como hacía cada día. Se había convertido en una rutina en cuanto Matteo partió a estudiar a Oxford.

Ambos mantenían una relación a distancia, una tarea difícil, tomando en cuenta la diferencia horaria, los estudios y el mal internet; se volvía un reto más arduo cada día.

"Hola, mi amor." Dijo él, en cuanto contestó la llamada, con una sonrisa ladeada. Se veía demacrado, con ojeras hasta el piso, el cabello despeinado, y una barba sin afeitar.

"Hola, chico fresa." Respondió ella, débilmente. "¿Qué tal tu día? ¿muy agotador?"

"Ni te imaginás; la universidad es un asco, más si estudias una carrera que no soportás y estás a kilometros del amor de tu vida."

La mexicana miró hacia el piso, entristecida, pero al mismo tiempo no pudo evitar sonreír con la mención del término "amor de tu vida".

"Yo aún no sé qué quiero hacer, qué estudiar. Todos me están presionando, y no lo soporto más." Se tapó la cara, y trató de calmarse.

"Sólo espero que elijas algo que te haga feliz, no quiero que termines como yo." Se sinceró, y su cara cambió al notar que su novia tenía rastros de rímel corrido en todo su rostro. "Luna, ¿estuviste llorando?"

"¿Qué? ¿Yo? ¿llorando? Para nada, ¿por qué lloraría?" Se hizo la desentendida y desvió la vista de la pantalla, pues sabía con qué cara la miraba el italiano. "Está bien, lo admito, estuve llorando, pero ¿qué quieres que haga? Intento ser fuerte, pero me haces tanta falta, y en unos días va a ser nuestro aniversario y no estás aquí y-y perdón."

Rompió en llanto una vez más, lo que hizo que él sintiera un dolor muy fuerte en su pecho, y comenzara a llorar también. Nunca la había visto tan vulnerable. Tenía que hacer algo al respecto.

"No me gusta verte llorar, menos si es por mí. Quiero ver a esa Luna que amo, a la que no la para nada."

"¿Con qué cara lo dices, eh? Tú también estas llorando, chico fresa." Bromeó, y rió, lo que causó que él pudiera respirar tranquilo una vez más.

"Así me gusta, chica delivery."

-

Había llegado el día: su aniversario. Luna entró a Skype, como todos los días; con la única diferencia de que esta vez se había arreglado, era una ocasión especial.

El problema: no había ni rastro de Matteo.

"Matteo?" Escribió en el chat."Dónde estás? Olvidaste que es nuestro aniversario?"

Esperó durante media hora, y nada. Suspiró, rendida, y cerró su computadora. ¿Cómo podía desaparecer justo el día de su aniversario? ¿se habría olvidado? No, no sería posible; ni siquiera ella misma, la chica más distraída y despistada del mundo se olvidaría de una fecha tan importante, ¿cómo podría hacerlo él?

Necesitaba despejarse, y sacarse toda la tristeza de encima, así que decidió ponerse a sus compañeros de vida, los únicos que no le habían fallado jamás: sus patines, ¿qué mejor?

Se deslizó por las calles de Buenos Aires, perdiéndose en sus pensamientos. Pasó por lugares que le traían tantos recuerdos: la plaza, su banca, el Blake, todo le recordaba a Matteo.

Sin darse cuenta, su pequeño cuerpo chocó contra otro, más alto y fuerte.

"Perdón, estaba muy distraída y no me di-" comenzó a hablar muy rápido, hasta que vio a quien se encontraba frente a ella.

"Parece que nuestro destino es chocar, chica delivery." Le guiñó un ojo, y le sonrió.

"¿Matteo?" Exclamó, incrédula. "¡No puedo creer que seas tú!"

Se lanzó en sus brazos, lo llenó de besos, y lo apretó tan fuerte que casi lo dejó sin aire.

"Perdoname, quería llegar antes, pero se retrasó el vuelo y-" Comenzó a explicar, sin embargo, fue interrumpido.

"No importa, chico fresa." Rió y lo besó otra vez. "Estás aquí, y esta vez no es un sueño, no lo puedo creer, neta."

"Tenía que hacerlo, por ti. Te extrañé más que a nadie, ¿sabes?"

"Te amo, te amo, te amo."

"Lo sé, pero yo te amo más." Dijo, esperando que ella lo regañara, como siempre.

"¿Siempre tienes que hacer de todo una competencia?" Ahí estaba, justo lo que él quería.

"Sí, porque siempre termino ganando." Bromeó. "Además, me encanta verte enojada."

"Sigues siendo el mismo fresa de siempre, eh." Lo golpeó en el brazo suavemente.

"Y con mucho orgullo." Pasó una mano por su cabello. "Feliz aniversario, por cierto."

"Feliz aniversario, Matteo."

Se unieron en un dulce y largo beso, y finalmente se separaron por falta de aire.

La expresión de Matteo cambió; pareció recordar algo. Buscó en su bolsillo, y sacó una pequeña caja roja, cubierta en terciopelo.

Luna lo miró con los ojos abiertos como platos.

"Tengo dos regalos para ti; este es el primero." Dijo, abriendo la caja. En ella, se encontraba un fino brazalete de oro con un dije que tenía la letra "M" en él. "Tú tienes una "M", y yo tengo una "L" en una cadena, es para que, aunque yo no esté físicamente junto a ti, siempre me lleves contigo, y viceversa."

Le mostró la cadena de oro que llevaba colgando de su cuello.

"Matteo, no sé qué decirte. Yo- neta, muchísimas gracias." Dijo ella, con lágrimas en los ojos.

"Igual, no va a ser tan útil ahora."

"¿A qué te refieres?" Preguntó ella, confundida.

"Me refiero a mi segundo regalo." Ella seguía sin entender. "Me quedo aquí, en Argentina, con vos."

"¿Qué?" Gritó, boquiabierta, para luego, lanzarse sobre él y besarlo una vez más. "Neta si esto es una broma te juro que-"

"No es una broma, Luna." Rió. "Es súper neta. Hablé con mi papá, y, bueno, no le gustó para nada, y de hecho me dijo que me las arreglara solo, pero está bien. Lo haré; prefiero trabajar para cumplir mi sueño, a que me lo den todo pero sea infeliz."

"Te vas a quedar en la mansión, conmigo, ¿me oíste? No quiero que mi novio ande vagando por las calles." Dijo molestándolo, esbozando una sonrisa de oreja a oreja.

"Era mi única opción, de todas formas." Bromeó también, y la tomó en sus brazos.

"Ay, Matteo, yo no te tengo ningún regalo." Dijo de la nada, avergonzada.

"Eso lo podemos arreglar." Le guiñó un ojo.

"¿Cómo?"

"Con que me pagues con besos, todo bien."

"Eres un idiota, pero está bien." Aceptó, y lo besó una vez más.

Al fin podrían estar juntos en paz, sin nada ni nadie que los separara. Después de todo lo que tuvieron que pasar, ya era hora, ¿no creen?

-

Heeey, este no es tan bueno como los anteriores, pero algo es algo, jej. Sentí la necesidad de subir algo, y aquí está. En un rato, tal vez, suba fragmentos de one shots que aún no termino. Estén atentos/as.

*Tuve que subir este one shot de nuevo, porque algunas personas no podían verlo, y bueno. Pero aquí está, otra vez jej.

-C. [Ig: lovelylutteo.]

SOY LUNA ONE SHOTS 🌹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora