Capítulo 6 (parte 2)

24.1K 1.7K 992
                                    

Nadie creería que eso estuviera pasando en el baño de los prefectos en ese preciso instante. Pero lo estaba.

Ahora Draco, se encontraba casi sentado sobre el regazo de Harry, mientras eran un lío de lenguas, y jadeos.

—A-Ahora mismo... creo que, mh, la ropa interior está molestando bastante. — Draco hablaba entrecortadamente por la respiración agitada y los labios de Harry que apenas le dejaban escapar.
Harry no podía creer que Draco le dijese esa clase de cosas sin sentir vergüenza. O quizás la sentía, pero la excitación era mayor.

Harry ni siquiera se molestó en contestar. Sus labios pasaron a besar una de las mejillas de Draco, que se encontraban bastante más rosadas, para luego bajar por su mandíbula dando cortos besos, hasta llegar a la piel de su pálido cuello.
Allí paseó su lengua con descaro, provocando un corto gemido por parte del rubio debido a la sorpresa. Pero fue acompañado de varios sonidos más cuando comenzó a chupar y morder.

—Nnh, no... no tan fuerte, ¡Vas a dejar marcas! Oh dios, ¡Potter! — Sus palabras decían algo, pero sus acciones otras. No hacía nada por detenerlo, simplemente disfrutar, cerrando sus ojos y frunciendo el ceño de vez en cuando.
Las manos de Harry fueron a aferrarse del trasero del chico, por debajo del agua. Cuando Draco lo sintió, gruñó.

—Me voy a odiar tanto a mí mismo por esto... Mierda.

Dijo eso antes de sentarse correctamente sobre el miembro del chico, cubierto por la tela del bóxer, para comenzar a rotar sus caderas, buscando fricción.

Ambos pronto quedaron hechos un desastre de jadeos y suspiros gustosos. La pelvis de Harry se empujó hacia adelante buscando más tacto, mientras que Draco comenzaba a desesperarse de a poco, hasta que se detuvo de golpe.
—Basta, quítate esa mierda. — Susurró apenas mientras sus manos torpemente buscaban bajar su bóxer.
Harry sonrió y pronto fue despojado de aquello, seguido por Draco, quien el moreno podía jurar, estaba cegado por el placer.

—Malfoy, yo... ¿Tú sabes qué hay que hacer?
—Rayos... Diría que no, pero te estaría mintiendo. He... He tenido ciertas revelaciones y... fantasías este verano y... ¡No tengo que darte explicaciones! Sólo sé sobre el tema. Pero hacerlo, es algo diferente...
—Entonces... ¿Quién va a...? Es decir,  tú luces... No, no es que quiera decir que... Oh, mierda.
—Ya. Sólo cállate, pero no podemos hacerlo aquí en el agua, ¿o sí?
—Levántate.
—¿Qué?
—Malfoy, que te levantes, vamos.

Luego de soltar un sonido de desaprobación, hizo caso, siendo colocado por Harry con los brazos en la pared.
Le daba la espalda a Harry y este la pasó las manos por la cintura.

—Potter, ¿Qué ray-? — Esa frase fue cortada por un gemido, cuando las manos que habían pasado por su cintura, fueron llevadas hasta su miembro, bajando por su pelvis. Lo estaba masturbando.
Harry Potter lo estaba masturbando en el maldito baño.

No podía verle la cara de espaldas, pero sabía que debía estar sonriendo a medida que él temblaba y gemía.
No podía quitar sus manos de la pared, por miedo a caer al agua de nuevo, debido a sus piernas temblorosas.

Pero se arriesgo y llevó una de sus manos detrás de él, para actuar también.

El moreno soltó un jadeo cuando sintió como la mano fría de Draco rodeaba su dureza y acariciaba su glande sin pudor alguno.

—¿Ahora...? — Harry quería estar completamente seguro de que hacía lo correcto.
—Debes... dilatarme... con tus dedos, pero, ve con calma.
—¿Me ves calmado? — La voz rasposa de Harry golpeó su tímpano, al igual que su aliento golpeó su nuca.
—M-mierda... Evita hacer eso...
—¿Por qué? Eso te puso caliente, ¿O me equivoco? — La lengua de tibia de Harry rozó el lóbulo de la oreja de Malfoy, que suspiró tembloroso.
—Te... te equivocas... — Su respiración no era la más calmada en ese momento.

Uno de los dedos tanteó la entrada de Draco mientras respiraba en su nuca o susurraba en su oído, intentando distraerlo.
Pero no funcionó lo suficiente cuando Draco gruñó ante la intromisión del primer dedo.

—¡Bruto! Ugh... Dije, con calma...
—Lo siento.

La voz de Harry fue casi un suspiro. Se estaba concentrando en lo que hacía, con la intención de hacer disfrutar al chico aunque fuera un poco.
No podía ver el rostro de Draco desde ese ángulo, pero podía percibir lo rojo que estaba su rostro y eso era suficiente.
Su dedo se deslizaba con cuidado, moviéndolo a su gusto, provocando quejidos por parte del rubio.
Repitió lo mismo al momento de introducir el segundo, y de a poco fue dilatándolo lo más posible.
Sus labios fueron a besar la nuca del rubio, juntando ambas sensaciones. El dolor y el placer.

Sus labios se dedicaron a relajarlo, y pronto sus dedos se deslizaron fuera de su interior.

—¿Puedo?
—¿Y ahora pides permiso, Potter?

Draco ya no se sostenía contra la pared con sus brazos, ahora una de sus mejillas se encontraba contra la fría cerámica, junto con su pecho y sus dos manos, arqueando levemente la espalda.
Harry pudo jurar que se iba a desmayar ahí mismo.
Sin embargo encontró las fuerzas para poner una mano en la cintura de Malfoy y con la otra, acomodar la punta contra su entrada.
Malfoy cerró los ojos con fuerza y su boca se cerró, dejando ver una línea recta.
Empujó con cuidado, mientras mordía su labio inferior. Esa era la mejor sensación que jamás había experimentado, era tan apretado, tan caliente.

—Oh, mierda... Esto, se siente genial.
—Ha-habla por ti... — La voz del rubio temblaba.

Harry no pudo evitar sonreír. Entraba tan lentamente que sentía que se iba a volver loco en cualquier momento.
Cuando por fin tocó fondo, esperó, manteniéndose quieto, hasta que sintió que Draco se removió contra él, indicándole que podía comenzar.
Comenzó un vaivén lento, embistiendo al chico con la mayor delicadeza posible. Si es que se le podía llamar así.
Draco sentía aquel ardor, que gracias a Dios cada vez se iba haciendo menos doloroso. Pero eso cambió totalmente cuando el moreno cambió de ángulo, tocando algo dentro de él, que le hizo temblar y soltar un grito.

—¡Ahh! ¿Q-qué hiciste? — Harry se detuvo en ese instante, confundido.
—¿Por qué? ¿Te gustó?
—¿Qué? Ah, no... es decir... fue una sensación diferente, es todo. — Harry definitivamente sabía que mentía, así que volvió a golpear en el mismo punto, haciendo a Draco gemir de placer. Y comenzó un nuevo vaivén, más rápido, dedicándose a tocar ese lugar.
Luego de un rato, ambos estaban hechos un lío de gemidos altamente ruidosos.

—¡Mierda! ¡Harry, así! — Ya ni siquiera pensaba claramente, no se había dado cuenta de lo que había dicho, pero Harry sí. Porque su nombre siendo gemido por el rubio era algo fenomenal.
Su pecho se pegó a la espalda del ajeno, para acercar sus labios al oído del mismo, mientras sus caderas iban en aumento, provocando que sus pieles sudorosas chocaran y provocarán un sonido bastante lascivo.

—¿Así que ahora soy Harry? ¿Mmh?

Sin aviso alguno, el rubio explotó, corriéndose contra la pared.
Las paredes que envolvían el miembro de Harry se contrajeron, provocando que su cuerpo temblara, terminando en un fuerte gruñido, dentro del chico.

—¡Maldita sea, Potter!

No mucho después, volvieron a meterse a la bañera, totalmente agotados. Se quedaron allí, un buen rato, hasta que Harry decidió que era mejor volver a su habitación.
Draco se quedó ahí, utilizando como excusa que sería sospechoso que aparecía justo después, aún cuando Harry le había insistido en que él estaría con la capa.

Era tan sólo para que Harry no supiera lo bastante incómodo que se sentía en ese mismo momento.
Pero al menos funcionó, porque Harry se fue.

Dejando a un pensativo Draco, un recién follado y muy pensativo Draco.

Baño de prefectos - Drarry.Where stories live. Discover now