✯Entre tus brazos✯

19K 848 296
                                    

Advertencia, a continuación les esperan 3601 palabras de un lemon lésbico lesbianoso pero con amor y cariño.

Si no les agrada el género los invito cordialmente a picarle a la flechita de atrás y que olviden que estuvieron cerca de traumarse

Pero si les gusta....

Bienvenidos sean, pimpollos míos


Ya llevaban algún tiempo viviendo juntas, y realmente ambas podían lidiar con facilidad con ello debido a que eran pocas las veces en que podían verse fuera de las comidas.

Una tarde lluviosa, Sam se encontraba en su habitación escribiendo un largo texto en su computadora. Leía y releía aquel texto un poco tensa, no le gustaba como estaba quedando, y al final terminó guardando el texto con un resoplido.

Tomó un block de dibujo que estaba cerca y se dispuso a dibujar en él, pero también lo terminó tirando a un lado con la misma frustración de antes.

No queda perfecto –decía ella mientras salía de la habitación y se dirigía a la cocina a buscar algo de comida.

Cuando llegó, apenas pudo notar la presencia de su amiga, que estaba lavando algunos trastes.

Perfecto, tiene que ser algo perfecto

Pensaba mientras cogía una manzana. Instintivamente, sus ojos se posaron en Chloe.

Había intentado dejar ese fetiche de mirarla cuando estaba de espaldas, pero no podía, era demasiado hermosa como para no mirarla.

Tenía una melena rizada espectacular que le llegaba hasta su cadera. Además de unos bonitos ojos redondos, unos labios rosas que la hacían querer devorarlos en aquel instante.

Para la vista de los ojos de Sam, ella era perfecta tal y como estaba.

Perfecta...

— Chloe, ¿podrías venir a mi habitación esta noche?

— Entendido.– Respondió dudosa.

A Chloe sinceramente le había extrañado que Sam la invitara a su habitación.

Es más, únicamente cuando en el pasado a Chloe le había tocado limpiar las habitaciones fue cuando tuvo oportunidad de visitar el lugar sagrado de Sam.

Claro que ella no le permitió hacerlo una vez más.

Casi nunca se veían, y eso era difícil.

Iré cerca de las 7, primero terminaré los quehaceres.— Dijo mientras se tallaba los brazos por el frío.

Observó como Sam se retiraba y luego se apoyó en el hornilla mientras se llevaba un dedo a los labios mientras meditaba: ¿Finalmente podré hablarle?

Antes de que Sam se fuera completamente, recordó inmediatamente un detalle que había olvidado decirle a Chloe.

¡Ah! y ¿podrías presentarte en ropa interior? si no te importa.

En Tus BrazosWhere stories live. Discover now