Capitulo 1. La gran invación.

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(Hace 5 años).

En un lago cerca del palacio se reposaba uno de los principes de Fiere, en compañia de su amiga que conocía de años anteriores. Contemplando el atardecer, Aikun (el principe) le dice inocentemente a Mikeila (su amiga):

-Los momentos que paso contigo son divertidos y muy hermosos.

Mikeila lo toma en un sentido de declaración de amor.

-G-gracias por esas palabras Aikun- responde de una manera dulce y temerosa.

Ante esto, Aikun solo se dispone a soltar una carcajada seguida de otra de Mikeila.

Y así se dispusieron a pasar la tranquila tarde o es creían.

Cuando fue el atardecer, sentian un temblor que no solo los hizó sobreexaltarse, sino que colmosiono todos sus sentidos para momentos después darse cuenta de la escena terrorifica que se presentaba detras de ellos.

Terror, desesperación, y muerte eran lo que sus ojos podían observar. Pero el mayor acto se presentaría dentro del castillo.

De entre los escombros del techo del cuarto del trono y de las paredes agietadas y debiles soportes y columnas, vierón a la reina debajo de un gran trozo se techo que se habia desmoronado encima de ella.

Inmediatamente se dirijerón hacia la reina y lograrón rescatarla de su cautiverio de concreto y varillas. Aikun preguntó por su padre y su madre le contó la verdad:

-Aikun- dijo su madre con tono de preocupación -tu padre fue a la batalla pero te suplico por favor que no vallas con el.

- Pero papa esta en peligro, no lo puedo dejar a su suerte- mencionó el joven principe, tratando de contradecir su madre.

-No es no- dijo su madre con tono de autoridad.

Haciendo caso omiso a las palabras de su madre, Aikun tomo una espada que estaba cerca y corrió fuera del castillo en auxilio de su padre, pero una vez afuera la escena lo dejaría traumado.

La muerte era lo unico que se podía apreciar, la descesperación y los gritos de agonia eran los protagonistas de aquella obra, pero lo que impactaría más en el sería la atracción principal.

A lo lejos se observaba al rey siendo estrujado del cuello y lo ultimo que pudo ver fue la ejecución de su padre, siendo decapitado sobre una montaña de cadaveres y la lluvia de sangre que dejó su padre al morir.

A la distancia se escuchó un gran grito de dolor y de desesperación: ¡¡¡papa!!!

El asesino del rey, al escuchar la agonia del chico, se percató que no estaba solo, así que sin decir nada y dejando el cuerpo del rey en el piso como inmunda basura, se abalanzó en contra del joven principe, pero este no se dejaría asesinar tan facilmente, así que correspondió el acto de su atacante de la misma manera.

Así las dos espadas se afilaban la una con la otra dejando chispas por donde se blandieran las armas. Pero esta batalla no sería uno contra uno, de repente Mikeila apareció blandiendo otra espada para ayudar a su amigo. La batalla se prolongo demasiado hasta que el enemigo se decidió por acabar de una vez por todas con ese juego de niños con un simple acto: una atajada al corazón.

Pero quien recibió tal ataque no fue Aikun, sino Mikeila quien por proteger a su primer amor y el unico por lo que se podía apreciar en aquella escena.

Con lagrimas en los ojos, Aikun se iba arrodillando con su amiga en sus brazos mientras que las gotas de su cara empezaban a caer mientras le decía a su amiga:

- ¿Por qué lo hiciste? ¡Dime!- pronunciaba Aikun con dolor, impotencia y rabia ante esa escena.

-Porque no quería que tu sufrieras porque aún no es tu momento.- respondió la pequeña débilmente, pasando sus manos por debajo de sus ojos para limpiar las lágrimas que se resbalan de los ojos de su amor platónico.

Mikeila empieza a vomitar sangre.

Poco a poco se acerca al oído de Aikun para susurrar su mayor secreto, aliviando el peso que sentía en ese momento, dejando al joven príncipe chokeado por tales palabras. Lentamente se separó y con sus últimas fuerzas pronuncia sus últimas palabras.

- Adelante .... ve *cof cof* por... el.

Al terminar esta frase, la chica sucumbe en los brazos fríos de la muerte.

Esta fue la gota que derramó el vaso. Aikun sufría una gran rabia y esta fue la lave a su poder que en ese momento desató al recitar el siguinte texto:

"Fuego bendito que me controla y mi posee, utiliza mi cuerpo y has tu voluntad y quema y calsina a toda la maldad". En ese momento Aikun entro en su forma elemental, en la cual partes de su ropa, cabello y ojos se vuelven fuego.

Despues de una batalla, Aikun logró su cometido y logró matar a quien le robo lo más preciado en su vida.

Dos años después la guerra terminó y a ese periodo se le conoce como "La gran invasión".

La leyenda de los guardianes.Where stories live. Discover now