Spiderman: History of a Hero.

Prólogo:

«La luz de los primeros rayos de sol cubre Nueva York y hace desaparecer, poco a poco, sus sombras. Las calles concurridas se abarrotan de los ruidos de los coches y paisanos.

Y, entre los rascacielos, una figura se mueve rápida y ágilmente. Una figura peculiar, pero que todo el mundo conocemos... Exacto, creo que lo habréis imaginado... Se trata de nuestro vecino y amigo... ¡Spiderman! Que vendría a ser yo.

Estaba pensando que debería de dejar de hacer esto. Lo de hablar sólo. Caray, parezco algún lunático. Menos mal que nadie me escucha.»

Nuestro héroe se deslizó por unos barrotes, se balanceó durante un par de minutos y llegó al Daily Bugle.

Con una gran velocidad, se quitó su traje, se puso su ropa, y Peter Parker entró dentro de las oficinas dispuesto a vender un par de fotos de su alter-ego, Spiderman.

- ¡PARKER!- Gritó Jameson, golpeando la mesa de su despacho.- ¡Estas fotos no sirven para nada! ¡La gente quiere ver al bicho en acción, y no balanceándose!

- Lo sé, Jonah, lo sé. Pero, ¿qué quieres que haga? No siempre puedo pillar buenas fotografías de nuestro superhéroe.- Comentó Peter con aire burlesco.

- !¿Ah, no?! ¡Pues lárgate con tus fotos de, de... Agh!

- Está bien, seguro que el New York Times estará muy interesados en estas fotografías tan malas. ¡Nos vemos J.J!

-¡Espera!- Jameson se levantó de la mesa, tirando su puro.- Aún estamos negociando... ¡Te doy 200$!

- Jonah, lo mínimo que puedo aceptar son 500$.- Dijo sonriendo el muchacho.

-¡¿500$?! ¡No te daré más de 300!

- 450$, última oferta.- Peter colocó las fotos sobre la mesa.- ¿Aceptas?

Jonah se quedó callado, mirando las fotos. Varios segundos después maldijo algo por lo bajo, y aceptó el trato que le ofrecía Peter. Escribió la cifra en un talonario y lo firmó. Luego se lo dió a Peter.

- Lárgate de aquí antes de que me arrepienta, chico.- Dijo Jameson, desplomándose sobre su sillón con las fotos en la mano.

Peter salió del Bugle con una amplia sonrisa. Recorrió la calle hasta llegar a un callejón, se puso su traje y se balanceó por la ciudad de nuevo.

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En un oscuro callejón, un tipo misterioso miraba a Spiderman. Este, con una sonrisa malévola, dijo:

- Disfruta de tu tiempo, héroe. Dentro de muy poco todo, para ti, llegará a su fin... ¡HAHAHAHA!