| amigo |

2.9K 436 144
                                    



Las palabras de YoonGi resonaron en la cabeza de SeokJin y le cayeron como un balde de agua fría. Esa era una de las cosas de las que se sentía más inseguro, porque sabía que él no era lo suficientemente bueno para estar en Bangtan, sabía que, mientras intentaba serlo, su vida se iba en ello. Había escrito tantas canciones y las había desechado después porque jamás llegarían al nivel de lo que Nam o YoonGi escribían. Tampoco lo ponían en el frente porque no era el mejor bailarín, su coreógrafo lo estaba corrigiendo todo el tiempo, a pesar de siempre dar más de su potencial. Sin embargo, todas esas cosas no le afectaban mientras tuviera a YoonGi a su lado, porque sus comentarios, lejos de hacerlo un arrogante, le daban esperanza. Su novio siempre recalcaba que los esfuerzos que él hacía no eran en vano. Lo que más le daba fuerza era ver cuando se sentía mal porque solía ver los vídeos del progreso de SeokJin y luego ambos buscaban una solución a la inseguridad. Por eso, y por muchas otras razones más, amaba a YoonGi. Jamás lo había escuchado decir que no tenía talento. No le perdonaría eso, ni a él ni a sí mismo. Su rabieta al azotar la puerta no había sido un enojo dirigido hacia YoonGi, sino hacia toda la relación. Una simple oración había bastado para que desmoronara todo lo que habían construido.

SeokJin se olvidó de darle los buenos días, se olvidó de sonreír cuando le enseñaba nuevas canciones, se olvidó de preguntarle cómo se encontraba todo el tiempo. También se olvidó de abrazarlo. Eso no lo hacía porque él quisiera, sino porque era lo que YoonGi parecía disfrutar. "Debemos terminar con esto". Y eso estaba haciendo SeokJin, pero el hecho de ver a esa persona en la que pensaba como su compañero de vida y saber que no era correcto seguir teniéndole tanto cariño porque él ya no estaba a gusto, verlo y detener cada impulso, le dolía demasiado. Sentía un fuerte nudo en la garganta, así que prefería mantenerse alejado. De entre todos sus amigos, quien siempre estaba ahí era Tae-Hyung.

Hacían casi todo juntos. No era como si a Tae-Hyung le desagradara, en realidad, le parecía divertido pasar el tiempo con Jin-hyung y, odiaba admitirlo, pero era mejor cuando se alejaba de YoonGi, porque así tenía a SeokJin para él solito. A menudo, SeokJin se colaba en la habitación de él y NamJoon, donde le decía a Tae que jugaran partidas de Mario Kart, o que vieran una película, o que simplemente le dejara dormir con él. De esta manera, Jin podía espabilarse, tener una cosa mucho menos abstracta en la mente y, lo que más le importaba, no tener que ver a Min YoonGi todo el tiempo. Incluso había pensado en intercambiar el cuarto con Nam, pero eso solamente dejaría las puertas abiertas a especulaciones, cosa que no le agradaba, no se sentía bien como para dar explicaciones.

Una noche, SeokJin se preparaba en su habitación para irse a dormir. YoonGi estaba concentrado en su computadora portátil, haciendo quién sabe qué cosa. Miraba de reojo a SeokJin y se mordía la lengua. No sabía cómo arreglar las cosas, pero no había tirado los anillos, mucho menos anulado los papeles. No tenía el valor de hacerlo, sin embargo, tampoco tenía el valor de disculparse. ¿Esperaba ser perdonado por SeokJin después de haber actuado de una manera tan infantil y haberlo herido así? Además, le había dicho que debían terminar todo. Quizá eso era lo mejor, darse un tiempo para pensar las cosas. Como una pausa. Eso era, el tiempo se había detenido. Sin embargo, a veces, el tiempo sólo se detiene para una parte y para la otra corre en un cauce rápido y determinado, si YoonGi no se apresuraba, sus corrientes rezagadas no serían capaces de igualar a las de SeokJin. Lo cierto era que lo extrañaba, sin mentir, ese chico era su soporte de muchas maneras. Sin él se sentía como estar a la deriva 

Aquella noche, Tae-Hyung se metió a la habitación sin pedir permiso y se sentó en la cama de su amigo.

—Vaya, esto sí que es raro— dijo mientras miraba a YoonGi.

colored rings ; yoonjinWhere stories live. Discover now