Secreto efervescente #2

17 5 3
                                    

Sección "Secreto efervescente"

Es la sección dedicada a las personas que me envían mensajes privados o comentarios, diciendo que publique su secreto efervescente (con o sin su nombre) para que reciba la atención de los otros efervescentes.

Todos los secretos de los miembros del club que merecen salir a la luz en forma de pequeñas burbujas agitadas aparecerán en la sección con este nombre.

 ➹ ➹ ➹ 

 El segundo secreto efervescente lo contaré yo, Mélodie, para que conozcan un poquito más de mí, algo con lo que pueden sentirse identificados, como algo que no han vivido jamás. Este es un pequeño secreto; una pequeña parte de mi vida que me persigue hasta ahora por nunca poder olvidar las imágenes de mi mente como una película, yo siendo quien soy ahora y viendo a la pequeña niña quien era yo rodeada de otros.

No quiero que escriban algo específicamente. Pueden aconsejarme, decirme algo parecido que les haya sucedido y si quieren que lo publique o no, o bien, que simplemente me lean.

Historia:

Actualmente, creo que soy un alma vieja. Me he dado cuenta de ello y, por alguna extraña razón, siento que moriré joven. Desde pequeña no era como los demás. No podía adaptarme. Sentía repulsión por la gente que reía de chistes estúpidos y por la gente que bailaba, cantaba o simplemente, hablaba con alegría. Nací en una familia de únicamente padre y madre en el 2000. Tenían dinero, una buena casa, (algo que ha cambiado radicalmente) y yo era la cereza del hermoso pastel. Mi madre es un tema aparte, pero influye bastante el hecho de que haya sido acosada de todas las formas desde que era pequeñita (empezando porque mi abuela la regaló con su hermana, pero luego regresó a casa para ser víctima de sus ocho hermanos; sin contar el acoso sexual que sufrió por sus vecinos. Mi abuela no era más que una borracha que sacaba hijos por doquier. Mi mamá es la antepenúltima hija de mi abuela). Mi madre, como toda buena madre, no quería que yo sufriera y me cuidaba como si fuera de cristal. Sin embargo, ella exageraba y bastante. No podía dejar que siquiera la mosca rozara alguna parte de mi cuerpo, y era una maníaca con respecto a mí. Era su única hija en ese entonces.

Este secreto se centra en el llanto. Cuando mi madre estaba adolescente, mi abuela le pegaba por a veces ser "rebelde" (cosa que nunca ha sido, porque siempre le daba todo el dinero que ganaba en el trabajoy todo lo demás), así que le gritaba que llorara. Le decía "¡Llora! ¡Llora y dejaré de pegarte! ¡Llora!" pero mi madre, siempre tan orgullosa, no lloraba porque creía que le cedería el control y ella saldría perdiendo. Creció con el trauma de que ella misma no debía llorar para no sufrir, y me lo inculcó a mí pero de la mala manera. 

Tendría yo unos cuatro años y no hacía nada fuera de lo normal. Probablemente, ella me gritaba porque no me paraba derecha o porque no me gustaba estar con mis primos revoltosos ni sonreír como una muñeca a mis todavía más revoltosos tíos. La gente mayormente le decía que, seguramente, yo tenía problemas de lenguaje o que sería muda. Ella no podía permitir que dijeran tremenda cosa (que se note mi sarcasmo, por favor) sobre mí. Yo tenía que ser la niña perfecta en todo aspecto. En fin, regresando al punto, alguna razón la haría enojar y yo, como cualquier otro niño o cualquier otro ser humano, quería llorar. Nunca recuerdo haber llorado escandalosamente ni ella lo recuerda porque me enseñó desde que tenía meses que no debía llorar así. Lloraba en silencio, pero ella no quería que llorara. Las palabras que más me dolían eran las siguientes tres:

"¡Trágate el llanto!"

Para ustedes, si alguien les escupe en la cara diciendo eso, probablemente se molesten o se sientan un poco intimidados pero nada más. Pero ahora imaginen a una pequeñita de menos de medio metro creciendo con un gran trauma en su pobre cabecita porque no debía llorar, sino le pegarían. Básicamente, es eso. Mi madre hasta ahora detesta que llore, por eso me sobreprotege a pesar de tener 17 años ya. Pónganse esta idea en la cabeza con respecto a la persona que más influye en mi vida: Ella, de por sí, me sobreprotege por su miedo; ella me sobreprotege porque me ama y no quiere que pase por lo que ella; ella me sobreprotege porque sufre del trastorno maníaco depresivo, o más conocido como bipolaridad (NO ES LA MIERDA QUE TODO MUNDO DICE TENER, ESTA ES UNA ENFERMEDAD MENTAL BASTANTE TRISTE Y PELIGROSA). 

Imagínense cómo ando. Lo tomo con más tranquilidad luego de tanto tiempo y experiencia, por supuesto, pero duele de cualquier forma porque no, yo no lo hago con la finalidad de que ella no me pegue o lo que sea, sino que lo hago porque a ella no le pase algo malo (soy cuidadosa con todo lo que hago). Estoy acostumbrada a escuchar "sólo te haces la víctima" por parte de mis padres, así que espero que aquí no me digan lo mismo. A veces... De hecho, muchas veces, me siento sola y sin escape alguno, y con ataques de ansiedad mientras lloro. Las veces que he ido a la psicóloga (a la que ni siquiera se le ha pagado; únicamente es amiga de un de mi tía enfermera) no le he podido contar toda la verdad porque me matarían, aunque créanme, eso no ha evitado que ella misma diga que sufro de estrés, ansiedad, depresión y que estoy muy propensa a sufrir lo mismo que mi mamá y cometer (otro) intento de suicidio; mi vida está llena de sucios secretos. Por eso estoy aquí.

Antes de despedirme, quiero darles un consejo:

Nunca, jamás en sus vidas, eviten el llanto. Si quieren llorar, lloren. Si quieren gritar, háganlo. Si quieren sentirse putamente miserables, siéntanse así... El punto para demostrarnos a nosotros mismos lo fuertes que podemos llegar a ser es, luego de llorar, sonreír. No todo es malo. Recuerda, no estás muerto y la sangre seguirá derramándose de tu cuerpo, y está bien. Solo no dejes que eso te detenga. Puede ser un mal día, mas no una mala vida.

Cualquier cosa que necesites, aquí estoy yo y los demás efervescentes también.

Los quiere,

Mélodie.

Y aclaro: Mierda, no trato de ser interesante ni ser todo lo que las niñas aguantadas dicen ser (¡Ay! soy bipolar, ¡ay! sufro de depresión, ¡ay! estoy esquizofrénica, ¡ay! me voy a matar, ¡ay! ten cuidado conmigo, ¡ay! me duele el culo por tanto coger con hombres). ¡Créanme cuando les digo que odio cuando la gente dice eso! En especial, teniendo a una persona que amo tanto a mi lado y que sé que le afecta cuando vienen con esas huevadas de que es divertido. No es necesario que mientan para parecer interesantes porque YA LO SON, solo que en cosas que ellos ni siquiera notan. Todos tenemos algo que contar, pero que no sean mentiras para llamar la atención, por el amor de Dios.

Pronto volveré a hablar con ustedes. Pronto, porque cada cosa que ponga yo aquí con respecto a un pasaje de mi vida, es porque tiene una "enseñanza" o como ustedes quieran.

El club de los efervescentesTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang