~ Capitulo 23 ~

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Mini Maraton 3/3

Capitulo Vigésimo Tres:

Resulta que las vacaciones en Chile han terminado espectaculares y ahora nos preparamos para irnos a Villa Gesell, la costa de Argentina. Los niños están muy emocionados, al igual que yo, porque ninguno hemos ido para esos lados alguna vez, al igual que a Chile, que ahora ya conocemos.

***

Caroline se sienta con Megan y Ashley, en el medio de ambas. Justin y yo ocupamos los asientos de atrás con Austin. Esta vez no tenemos el jet privado de Justin, porque se los ha prestado a sus padres que debían arreglar unos asuntos en Nueva Jersey.

Justin se conforma con viajar en primera clase de un avión abierto al público, pero no soporta tener que pagar de más para poder llevar el peso que quiere llevar. Yo, por mi lado, estoy feliz. Me gusta tener contacto con la gente, no estar siempre aislada como a mi esposo le fascina estar. Me gusta ver a la gente interactuando cerca nuestro y que los niños curioseen por ahí.

El viaje dura nada a comparación de lo que hemos tenido que viajar para llegar a Chile hace unas semanas. Los niños no están tan inquietos, sino más bien relajados y me alegro de que al fin vayan a comportarse para poder pasar unas vacaciones como Dios manda.

-Iremos por las maletas -le dice Justin a Caroline, tomándome de la mano.

Mientras nos alejamos, Caro busca un banco para sentarse con los niños que están agobiados por el sueño. Justin me lleva hasta las cintas y allí esperamos unos minutos hasta que las maletas comienzan a correr para ser llevadas por sus dueños. Recuesto la cabeza en el hombro de Justin y cierro los ojos.

— ¿Cansada?

—Más o menos.

Su dedo comienza a acariciar el dorso de mi mano mientras yo me quedo allí con mis ojos cerrados. Cuando él se mueve, sé que ha visto nuestras maletas y tenemos que ir a por ellas.

Las de Barbie son de las niñas, la del Hombre Araña es de Austin. Y las normales, a los ojos de los demás, son nuestras. Justin toma la mía y la suya, mientras que yo me las arreglo con las más pequeñas. Caroline recibe la suya en cuanto nos ve cargar con ella. Justin consigue un carrito para llevarlas hasta el taxi, que nuevamente tendremos que dividirnos. Y así es.

La siguiente parada es en la casa de la playa. Para cuando llegamos, no hay rastro de sueño de mis niños, sino que corren escaleras arriba para llegar a la casa blanca que Justin ha alquilado toda para nosotros. Mientras que nosotros cargamos con las maletas, los tres niños brincan y buscan una entrada en la casa.

- ¿Frente a la playa? No bromees -suelto sonando como uno de mis hijos.

Justin se inclina para besarme y luego me pide que le ayude a subir las maletas. Cuando llegamos al último descansillo, Justin saca un manojo de llaves y abre la puerta principal de la casa.

¿Dije que era maravillosa? Pues si lo he dicho, me he quedado corta.

Tiene un solo piso, es blanca por fuera, pero llena de color por dentro. Un ventanal que da justo directo al mar, con sillones frente a un televisor pantalla plana y una mesita ratona. Las paredes de la sala son blancas y están adornadas con cuadros por todas partes. Lo siguiente que puedo apreciar es la cocina, amplia y llena de utensilios de acero inoxidable.

En vez de ayudar a Justin con las maletas, sigo andando por el pasillo para ver bien la casa. Explorar cada rincón, como un niño.

Posee tres habitaciones en escala. Una grande, una mediana y una más pequeña. La mayor está decorada en gris, negro y blanco, tiene un baño amplio y un gran armario. Una cama matrimonial enorme y un pequeño sillón al pie de ésta. La habitación mediana, a diferencia de la más grande, no tiene baño, sino que comparte el del pasillo con la habitación más pequeña. Tiene dos cuchetas (una cama sobre otra en altura), está decorada en celeste y azul. Y por último la habitación pequeña, posee solo una cama pequeña de una plaza y una mesa de noche pegada al armario de puertas corredizas.

La Bella Y La Bestia /segunda temporada/ terminada.Where stories live. Discover now