Capitulo 23

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La tarde fue pasando lentamente. Chris se había ido de la casa pasando todo el día en la oficina de su jefe recopilando información y tratando de quitarse a Dulce de la mente.

Mientras tanto ésta le contó todo lo sucedido a Annie quien le dijo que ella si le creía a Chris y que lo único que quedaba por hacer era la parte de darle celos.

Dul: -fijándose la hora- Annie te cuelgo que ya me tengo que ir.

Annie: Okay suerte y ten cuidado.

Dul: Si ya, adiós wera -colgando-.

Comenzó a vestirse para lo que sería su "cita" con Alejandro. En verdad no quería llamarlo así porque no lo consideraba una cita, si no una salida con un simple chavo que esperaba que puedan llegar a ser amigos.

Suspiró al recordar lo que estuvo a punto de hacer con él la noche del antro y dio gracias a Dios de que no haya llegado a mayores. No se lo hubiese perdonado jamás, y ya con lo que había hecho tenía demasiado para sentirse culpable.

Una vez lista salió de la casa en su carro. En verdad no tenía ánimos para caminar, aunque en verdad no tenía muchas ganas de nada. Se vio en el pequeño espejo del carro y sonrió al ver el gran trabajo que había hecho con su rostro. NO se había notado para nada que había llorado.

Luego de 10 minutos estacionó el carro frente al café. Suspiró y se bajó entrando lentamente...

Jefe: Christopher que sucede que te fijas tanto en la hora cada cinco segundos?

Chris: Nada, nada. En que estábamos?

Jefe: Estábamos en que te conozco como la palma de mi mano, y sabes que te considero como un hijo, entonces quiero que confíes en mi y me cuentes que sucede.

Chris: -sonriendo falsamente- Nada, en verdad estoy bien.

Jefe: -suspirando- Terco como una mula eres. Se nota a leguas lo que te sucede –Chris lo miró-Más precisamente lo que te pasa con Dulce María.

Chris: Yo no...

Jefe: Vamos Chris, no tienes porque mentirme.

Chris: El empleo...

Jefe: Mira, nosotros siempre decimos aquello de que no tienen que juntarse con alguien que está en el caso, no porque no queramos sino por dos razones en específico –Chris lo miró- Primero porque muchas veces juega en contra para el mismo caso, es decir ya sabes se hecha a perder y segundo porque tanto tu como en este caso Dulce María pueden llegar a salir lastimados y no solo físicamente sino que también sentimentalmente, pero como siempre dicen nadie manda a los sentimientos y menos que menos al corazón. Yo sabía que te iba a pasar aquello desde la primera vez que viniste a hablar de ella.

Chris: -suspirando- Si me he enamorado de ella, como un adolescente. Pero ya la perdí, ya no quiere saber nada conmigo y es todo por mi culpa. Jamás tuve que haberme fijado en ella, tendría que haber hecho el trabajo e irme de aquella casa para siempre. Pero no se que me pasó –llorando de impotencia- Aquella niña me ha desorganizado mi vida completamente.

Jefe: -sorprendido al verlo así- Vaya que te ha pegado aquella muchacha, pero ahora dime. Que es lo que piensas hacer?

Chris: -mirándolo- Como que pienso hacer? Pues creo que seguir como si nada, tengo que concentrarme en averiguar más cosas de la empresa y pues no se, supongo que con el tiempo lograré olvidarla.

El novio de mi madreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora