¿Tu no eres ese personaje de aquel Libro?

Castigos y... ¿La vieja Gab, regresa?

Minnie's POV

Observé cómo el joven Snape, Black y las señoritas Smith y Jones se retiran de mi oficina.

Dirigí mi vista hacia las dos alumnas de mi casa, no podia creer que ellas hayan mentido y comenzaron una pelea.

— Seré franca con ustedes, nunca me e sentido tan decepcionada – ellas bajaron sus cabezas.

— Profesora McGonagall...

— Silencio por favor – ellas asintieron - esto es muy grave, ¡Acusar que dos de sus compañeras utilizaron una de las tres maldiciones imperdonables! Que vergüenza, y comenzar una pelea por un simple lugar, nunca en mi vida como profesora e presenciado este tipo de... Comportamiento – Ellas solo se mantuvieron calladas.

Estaba demasiado decepcionada, esperaba más de ellas...

— Señorita Evans, creo que ya no va a poder utilizar ese artefacto que le dí – al instante la mencionada abrió los ojos como platos.

— Pero profesora...

— Ya dije algo – me mantenía recta.

Ella asintió tristemente.

— Y señorita McKinnon, lamentablemente creo que no podrá hacer las pruebas para Quidditch para el próximo año – ella reacciono igual que su amiga.

— Pro-profesora...

— No, esto tienen que pagarlo, ¡Debería de llevarlas con el director! Así que es esto o nada.

Me acaricie el puente de mi nariz, sí que estaba estresada.

— Como castigo tendrán que ayudar a los elfos domésticos a lavar los servicios hasta que acabe el año y tendrán que disculparse con las señoritas Smith y Jones – ellas negaron.

— No, no me voy a disculpar con... Esas – respondieron a la vez.

— ¿Esas? ¡Son sus compañeras! ¿Qué les a ocurrido? Sin duda alguna no son las mismas niñas de hace dos años. Van a ayudar a Filch en todo lo que se les pida y sin comentarios – al instante cerraron sus bocas.

— Ahora retírense, nunca me e sentido tan avergonzada de tener a unas alumnas tan deshonestas en mi casa, ¿Qué diría Godric Gryffindor, que diría?

Narrador Omnisciente

Stella estaba en la biblioteca cuando empezó a sentir un extraño nudo en su garganta.

Recogió rápidamente sus cosas y salió corriendo de la biblioteca disculpándose con Remus.

Stella corría por los pasillos buscando a su amiga hasta que vio una cabellera dirigirse al bosque prohibido.

La siguió y encontró a Gabriella apoyada en un árbol en posición fetal.

La respiración irregular de Gabriella le indicaba a Stell que esta estaba llorando.

Stella dejó caer sus cosas delicadamente sobre la grama y se acercó a Gabriella.

La última vez que lloró fue hacía ya más de cuatro años.

— Gab...

Stella trató de sentarse al lado de Gabriella y apoyar su mano sobre su hombro, pero Gabriella le alejó de un manotazo.

— Gab sé que debes estar molesta por lo que ese alguien te hizo, pero si no me cuentas no puedo darle una paliza — Dijo tratando de hacer que su amiga riera.

Gabriella sonrió un poco pero quitó su sonrisa rápidamente.

— Déjame sola – dijo un tanto entrecortada