Alas de Ángel// (Saga "Alas" #1)

XVIII

- Allá vamos.- dijo Jess tomando mi mano.

Los generales nos abrieron la puerta, dejándonos ver lo hermoso que había quedado el gran comedor. Sinceramente, estaba irreconocible, ya que no tenía el aspecto frio de siempre, ahora tenía luces bastante cálidas, las mesas se apartaron a las paredes y fueron cubiertas con manteles verde claro y estaban llenas de aperitivos.

- Sepárense. – dijo una chica, parecía venir de Alaska, me lo dice su tono pálido de piel.

Todas las chicas nos separamos, caminando por el gran centro del comedor, que había quedado como la pista de baile.

Los murmullos eran bastantes, hasta que en un escenario, comenzó un sexteto de cuerdas y vientos a tocar lo que les dio entrada a los chicos de la Base al comedor.

Comencé a temblar cuando un chico rubio se me acercó, sus ojos eran oscuros, pero no tanto como los míos:

- ¿Me concedería esta pieza señorita?-. dijo haciendo una reverencia. Repetí su acción pero le dije:

- Tal vez en otra ocasión.

Me sonrió y comenzó a dirigirse a una chica de tez morena, quien aceptó encantada a ir a bailar con él.

- Típico. – dije burlona.

Comencé a caminar por la pista de baile, viendo como las chicas y chicos aceptaban y rechazaban invitaciones a bailar.

Una mano me agarró la muñeca y me giró, era un chico bastante alto de ojos verdes y cabello castaño, bastante guapo debo decir:

- My lady, acépteme esta pieza de baile. – dijo pegando mi cuerpo al suyo. Traté de alejarme, pero su agarre era bastante fuerte.

- Lo siento pero no con esa actitud. – dije tratando de soltarme.

- No te estoy preguntando. – dijo cambiando su expresión a una fría y seria.

- ¡Suéltame!

- Hey amigo, suéltala. – era Marcus, que tenía un aspecto tenso.

- ¿Quién eres tú para darme órdenes? -. Dijo el chico apretando su agarre de mi muñeca, pero dirigiéndose a Marcus, el cual era de su misma altura.

- Yo... soy... tu padre.

El chico que se quedó en el "Homo Neanderthal" me miró raro, pero cuando volvió su mirada hacia Marcus, este lo golpeó. Este animal sin comprensión cayó al suelo sujetándose la nariz mientras esta sangraba.

Se levantó y comenzó a marcharse mientras que decía uno que otro insulto. Marcus se giró hacia mí y con aspecto preocupado dijo:

- ¿Te hizo algo?

- No..., pero vi sus intenciones en su mente y... no... absolutamente no hubiera aceptado bailar con él. – dije mientras colocaba una cara de desagrado.

- Ok, yo seguiré buscando a Eli, algo me dice que solo le queda la tercera negación, así que me apresuraré.

- Está bien, yo seguiré buscando a Michael.

Seguí con mi búsqueda, internándome cada vez más en el grupo de gente, lo único que quería era bailar con Michael, hasta que... lo vi.

Él estaba con un terno color negro, su cabello estaba peinado hacia atrás y ahora su hermosa sonrisa me iluminaba. Me miraba y veía como trataba de ocultar su emoción. En su mente, solo me veía a mí, me veía como la luz que iluminaba el lugar.