Pisadas

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-Yo ya no puedo más esto me está volviendo loca.

-Qué tal si le das tiempo al tiempo, si no te gusta estar aquí podemos ir a otro lugar, después de todo estamos solos y tenemos el mundo para nosotros.

-Tienes razón este lugar es muy bonito y además podemos ir a otro lado.

-Oye Kim ¿Qué tal si nos planeamos un objetivo?

-¿Un objetivo?

-Si así.

Kim soltó una carcajada y miro a los ojos a Hans y le dijo:

-¿Qué objetivo?

-¿Qué tal si nos proponemos a averiguar en qué lugar estamos?

-Creo que eso me ayudaría a estar menos tensa.

Kim y Hans empezaron caminar a paso moderado por el pueblo victoriano tratando de encontrar una biblioteca que los ayudara con una respuesta, la neblina casi no dejaba ver los letreros del lugar y el frío era muy intenso, Hans se dio cuenta de que Kim se congelaba y se quitó su abrigo y se lo dio, a Kim le pareció dulce el gesto y siguieron caminando, hasta que a Hans le dio por entrar a un lugar llamado -TYIP- no tenía idea de que significaba, pero era lo que menos le importaba, ellos entraron al misterioso lugar que estaba totalmente oscuro y lleno de telarañas, Kim tenía miedo de estar allí pero Hans tenía la intuición de que encontrarían algo allí, como ya dije el lugar era oscuro y Hans que iba adelante tomado por la mano de Kim se tropezó con algo, lo tanteo y sitio que era un estante de madera, pensó que sería un biblioteca y así era, tomo los libros que pudo y salieron de ese lugar oscuro y fueron a la casa donde habían pasado la noche, se sentaron en el suelo brillante hecho también de madera y puso los libros, el primero que abrió estaba escrito en hebreo, el segundo en inglés, el tercero en francés, el cuarto en mandarín, el quinto en chino tradicional y solo había traído esos, pero ellos hablaban español, Kim se decepciono un poco y también se le notaba en la cara tristeza, entonces Hans dijo:

-Debo ir de nuevo a buscar el libro en español.

-Pero Hans ya se está haciendo de noche y mira está cayendo nieve. -Kim estaba preocupada, pero a la vez tampoco sabía si Hans era capaz de hacer lo que decía.

-Kim sé que quieres respuestas y yo no te las puedo dar, pero tal vez un libro si -Hans parecía muy decidido a ir -Es lo menos que puedo hacer por ti- añadió.

-No creo que pueda detenerte, pero si ayudarte, toma mi abrigo te ayudara con el frió.

Hans tomo el suéter un poco sonrojado y asintiendo con la cabeza salio a buscar el libro.

Kim se quedó sola en lacasa, se recostó en el sofá y se sintió feliz de que pudiera estar acompañadade Hans. Kim estaba un poco cansada y los ojos se le cerraron solos, ellaescucho que abrieron la puerta se emocionó y pensó que era Hans, se levantó delsofá y miro la puerta, estaba abierta y en el piso había pisadas de nieve deunos zapatos muy grandes para ser de Hans, en el piso de arriba se escuchabangrandes pisadas, Kim se asustó y se encerró en una habitación pequeña que habíaen el piso de abajo, esperando que llegara Hans.     

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