Esto es imposible.

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¿La señora Ana qué? ¡Conteste! -Grité alterada por lo que Jack se puso a mi costado y tomó mi mano sin saber que pasaba.

La señora Ana, está, está muerta. -Dijo aquel hombre.

N-No, No, No, No, mi mamá no puede... No puede estar muerta, e-esto es un error señor.. un grave error, mi mamá debe estar por llegar estamos esperandola para cenar. -Comenté mientras dejaba caer el celular y rompía en llanto.- La estamos esperando...

-Mientras mi llanto se hacía más y más intenso, Jackson tomó el celular y habló con aquel señor tomando todos los datos hacia donde debíamos ir, una vez terminó, colgó y me aferró a el, acariciando mi cabello.- Mi pequeña... Tranquila... Por favor, d-debemos irnos. -Susurró.-

P-Pero mamá no trae llaves, debo esperar a que llegue y vamos a donde tu quieras, aparte debo, debo pedirle permiso, si, debo hacerlo. -Estaba en shock, no podía creer aquello, mi mirada estaba perdida y las lágrimas no dejaban de caer.-

Mi niña... Mamá, mamá no vendrá, ella te está cuidando desde otro lado.. así que debemos ir con ella y agradecerle por eso, ¿Si? -Aquel chico hablaba con tanta tranquilidad, realmente me reconfortaba estar junto a el, aunque fuera un poco.-

E-Está bien, vamos, tengo que, tengo que verla. -Una vaga sonrisa se formó sobre mis labios y me puse de pie, irónicamente las lágrimas no se detenían, pues ni estaba bien, parecía un grifo abierto.- 

-Pasó medía hora más y logramos llegar a la dirección que a Jack le habían dado, el en ningún momento se apartó de mi, inclusive le habló a su padre para pedir quedarse conmigo todo el tiempo necesario debido a lo que estaba pasando, un par de minutos más tarde logramos entrar a un tipo de sótano en el hospital, aquel era tan frío, había un olor especial, no era ni feo, ni bueno, simplemente era soportable, estando frente un par de grandes puertas, solté un enorme suspiro y uno de los médicos me pidió entrar, tomé la mano de mi mejor amigo e hice caso a las i indicaciones de aquel mayor, estando dentro todo era más frío y oscuro, lo cual desapareció al prender las luces, lo cual nos permitió ver muchas camillas a nuestro paso, unas vacías y otras con cuerpos bajo mantas, logrando ver solamente los pies con un tipo de etiqueta colgando de uno de sus dedos, eso me hizo descontrolarm y soltar el llanto nuevamente.-

Mamá no puede estar aquí, no puede hace mucho frío, va a enfermarse. -Susurré mientras el forense se detenía en una de aquellas camillas, cerré los ojos con fuerza y negué miles de veces pidiendo que todo aquello fuera un sueño, después de unos segundos, logré abrir aquellos nuevamente y asentí para que el doctor procediera a quitar la manta, una vez eso pasó, logré ver a mi madre ahí, tan pálida, con su largo cabello a un costado de sus hombros, no me importó nada en ese momento y me abracé a ella, notando su cuerpo frío y rígido, llorando con fuerza.- 

Mami... Estás muy fría, ¿Qué pasa?, siempre estás calientita. -Mis lágrimas no paraban de salir, acariciaba su cabello mientras las dos personas que me acompañaban, únicamente se quedaban observando, una hora después logré apartarme de ella y eso porque me lo pidieron, fui a casa con Jack por algunos papeles de mamá, hice los papeleos en el hospital y funeraria, tuve que esperar 12 horas para que pudieran entregar el cuerpo de madre a la funeraria, una vez ahí, me llamaron, sin que yo supiera todos mis amigos y familiares estaban ahí, Jack se había comunicado con cada uno de ellos, me abrazaban, me daban condolencias y lloraban junto a mi la mayoría, antes de que llevaran a mamá a la sala en donde estaríamos todo el día, me mandaron llamar, para vestirla y dar unos últimos detalles, entré a aquella sala en donde estaba ella solita, desnuda, quité aquella manta que la cubría y comencé a vestirla, al final, di un beso sobre su frente y mientras derramaba lágrimas, susurré.-

Nunca hay que rendirse, ¿Verdad? Te amo con todo mi corazón, ahora es tu momento de descansar. -Una vez terminé, el chico que la llevaría a maquillar me preguntó cómo sería bueno que lo hicieran, por lo que le dije cada detalle del maquillado diario de mi madre.-

Mejillas rosadas, no muy exagerado, no le gustará si se ve mucho, un color rosado en sus labios, sus largas pestañas con poco alargador, no es necesario enchinarlas, las de ella son muy bellas y largas, por favor, ponganle éste esmalte, me mataría si no lo lleva. -Le entregó al chico un esmalte color vino con una leve sonrisa y se limpió las lágrimas.-  Es todo, iré arriba, esperaremos ahí. 

-Una vez en la sala, se aferró a su amigo el cual la esperaba y así pasó todo el día, comió muy poco y no paraba de llorar, aquello la tenía tan destrozada, pero por otra parte sabía que no estaba sola, tenía a ese chico que siempre la protegía y eso la hizo sonreír al menos un poco, ya pasando las 14 horas en aquel lugar, llevaron el cuerpo a cremar, tardaron un par de horas más en hacer aquello mientras gente ya se retiraba u nuevamente daba sus condolencias, sólo quedaban algunos familiares, Jack y ella, una vez entregaron las cenizas, todos se fueron de aquel lugar y se dirigieron a sus respectivas casas.

Jack, deberías ir a descansar, no quiero que tus notas en el colegio bajen por mi culpa. -Dije una vez ya estando en mi habitacion con el.

No quiero dejarte sola, menos ahora, papá me dió permiso de quedarme contigo, claro, al menos que quieras estar sola. -Susurró mientras me miraba.-

No, no, es lo que menos quiero ahora, así que mejor quédate a mi lado y tratemos de descansar, ¿Si? -Dejé las cenizas de mi madre en mi buró y me abracé a mi amigo para poder dormir aunque fuera un poco, así pasaron un par de horas hasta queun horrible sueño me despertó.-

¿Así ella murió?

Fin del 4to capítulo.

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⏰ Última actualización: Jul 10, 2017 ⏰

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