¿Nueva ciudad? Nuevo colegio, nueva vida, nuevas personas, ir a donde nadie conozca tu nombre y tener esa increíble oportunidad para empezar desde cero, y quizá, de paso, conocer al chico perfecto.
- Vamos Alex, no puede ser tan malo, la chica tiene una voz increíble.- Insistí.
- Jorge, no sabemos qué clase de programa ha usado para editar su voz, existe la posibilidad de que sea AutoTune, o que la voz ni siquiera sea de ella, ¡no sabemos nada de esta chica, joder! - Dijo, tratando de convencerme.
- Es verdad. - Mentí como nunca en mi vida.
Es decir... ¿qué tan malo podía ser? Era una pequeña chica, que no dañaría a alguien, pero a la vez, tenía toda la capacidad para hacerlo.
Alex obviamente no me apoyaba en esto, a veces, si quieres hacer algo bien, tienes que hacerlo tú mismo.
Mentira.
Siempre que quieres hacer algo bien, debes hacerlo por ti mismo.
Porque, tú definición de "bien" nunca es la misma al resto.
Como sea... Iba a hacer lo que fuera necesario para tener una oportunidad de cantar con ella, sí, cantar, mis intenciones eran puramente profesionales.
- Vale, mejor regreso ya a casa, que me esperan temprano.- Dijo Alejandro.
- Sí, adiós.- Me limité a contestarle, de una manera fría.
Tomó su chaqueta, y cruzó la puerta, sin decir nada más, vaya amigo.
Pensaba en dejarle un bonito comentario a la chica, su vídeo no tenía muchas visitas, ya que youtube últimamente iba fatal.
Me tumbé en la cama a pensar que podía escribirle, de qué manera podría dirigirme a alguien así.
Posiblemente me estaba comiendo la cabeza por nada, y sólo debía hablarle como lo hacía con el resto del mundo, pero es que ella no parecía ser como el resto del mundo.
Insisto, intenciones puramente profesionales.
Me quedé pensando por tanto tiempo, mirando al infinito, que en realidad era el techo de mi habitación; hasta que el peso de mis ojos no pudo más, me quedé dormido.
Desperté al día siguiente porque alguien llamaba a la puerta, ¿a quién se le ocurriría molestar tan temprano? 12 de la tarde. Sí. Temprano.
Tenía una galleta a medio comer en mi mejilla, probablemente planeaba comerla mientras escribía a aquella chica, pero por lo visto no hice ninguna de mis dos tareas.
Me levanté de la cama, y con un poco de saliva, removí las migajas de galleta que inundaban mi rostro.
Con toda la calma del mundo, me fui a lavar la cara, esta vez de una manera ligeramente más apropiada; con jabón de manos y agua sacada del lavamanos del baño de mi habitación.
Lavé mis dientes.
La persona que estaba tocando a mi puerta debía de estar desesperada, y yo, caminaba con calma, me dirigía a la puerta lentamente.
Cuando me encontraba en frente de la puerta, quité el seguro, y la cadena que protegían mi casa.
- Hasta que te dignas a abrir, ¿dónde has estado? No te ves muy bien... - Dijo ella.
- Hola, yo también te he extrañado, Sayoyyi.- Le contesté.
Rodó los ojos.
- ¿Nos vamos?.- Propuso.
- Amm, ¿perdona?.- Le dije.
En verdad, no tenía idea de qué estaba hablando... ¿siquiera había quedado con ella? Si la respuesta era un sí, lo había olvidado por completo.
- Sí, quedamos, para ir al cine, lo has olvididado, ¿o me equivoco?.- Me contestó, como si leyera mis pensamientos.
- Sí, lo he olvidado.- Dije, frío, incluso molesto.
¿Por qué molesto? No lo sé, la actitud de Sayoyyi me molestaba mucho últimamente.
Cerré la puerta detrás de ella, me di la media vuelta, y me senté en el sofá, a ver instagram en el móvil.
- Perdón por llegar así, he tenido un mal día.- Me contó.
Le dirigí la mirada por un segundo, después regresé al móvil.
- Lo que pasa, es que mi profesor de fisiología vegetal me ha dicho que voy a suspender, ¿puedes creerlo? Es decir, a pesar de que odio su jodida materia siempre me tiene allí a las dos de la mañana haciendo sus tareas de mierda, y encima...- Parloteaba, sin parar.
Ahí, en ese punto dejé de escucharla, me fui a visitar el infinito, de nuevo, fui a visitarla. ¿A Saioa? No. A la chica dedos torpes, a la chica que con una sola guitarra acústica podía imitar todos los instrumentos que quisiese. Dando pequeños golpes a la madera de la guitarra, imitaba la percusión de la canción a la perfección. Usando algunos acordes más agudos, tenía dominada la guitarra eléctrica, y así, podía imitar cualquier instrumento.
Así que cada vez que me iba al infinito, me encontraba con ella, haciendo lo que sólo ella podía hacer, ella siendo ella.
Su música era capaz de despertar sentimientos en mi, sentimientos que ni yo conocía.
Así que, allí estaba yo, contemplándole, viéndole tocar, mi parte favorita se acercaba: El coro; pero me vi interrumpido por esa voz que cada vez parecía ser más tediosa, más molesta.
Separé mis labios para contestarle, pero antes de que pudiera pronunciar cualquier cosa, Saioa salió de mi casa.
Llevaba unas semanas saliendo con ella. No estaba completamente enamorado de ella, pero me gustaba, la quería.
Pero después llegó esta chica, ¿cómo puedes sentir tantas cosas en tan poco tiempo?, ¿cómo es que ella me provocó estos extraños sentimientos en 4 minutos y 20 segundos? No sé. Pero iba a hacer algo, no podía dejarme llevar por una apariencia preciosa, y un talento increíble; debía conocerla.
Hulaaaa, fin del capítulo 6 :'3
Sí, me tardé mucho, no había estado muy inspirada xddd, pero, ayer comencé este capítulo, y aquí lo tienen :D
Comenzaré a escribir otro desde ya, y lo tendrán listo el próximo sábado ahreee
Gracias pur leer, adius <3
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En realidad, me encantan como pareja, hoy cumplen 6 años juntos, pero debo de hacer algo en la historia para estar con George, ¿no? Xddd. Bai c:
