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Mia no tenia mas remedio, no tenia mas remedio que arriesgarse a ir a la Reserva y pedirles si su manada de leones se podian quedar.

Ya habia probado de todo, pero no queria que os mataran a ninguno, se había encariñado con toda la manada y cuando tuvo que reubicar a los demas animales le fue facil, pero una manada de leones no es tan facil como unas zebras a las que dio a otro zoo.

Ers veterinaria así que tenia contactos y todos le recomendaron ir a la Reserva, allí ya había animales a los que habían rescatados de circos en los que maltrataban y siempre había tenido un don para "domar" a los felinos.

Así que ahora se diriguia con los animales a la Reserva.

Desde que las nuevas espcies salieron a la luz revuluciono a todo el mundo, habia gente que los odiaba y otros que no. Ella desde ese dia supo que ellos no lo tendrían facil, pero los defendio y siempre les escribia cartas de apollo y haveces enviava alguna comida casera.

En la entrada ya no había nadie, ya que ahora había una ley, todas las personas que encontraran en la entrada de la Reserva con actitud hostil hacia ellos, tendría que limpiar los parques de su zona durante 3 años, y ya que nadie quería hacerlo la gente ya no venia por aquí.

Una persona que estaba en la entada , en los muros, que llevaba un casco y iba todo de negro, le dijo.

-Que hace aquí señora

-He venido en sol de paz

-A que a venido

-He venido a pedirles ayuda

-Para que- pregunto el dudoso

-Disculpe pero podría bajar para hablar con usted no los quiero asustar, ya están muy nervios por el largo viaje que hemos tenido

-De quien se refiere señorita- pregunto el saltando desde el muro asta quedar cerca del coche

Ella salio de su furgoneta y se fue al remoque donde estaban la manada de leones.

-Me refiero a mis leones

-Y por que los a traido

-Por que no tiene ningún lado al que ir y no los pienso sacrificar



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