Si decido desaparecer

Azul

Era una maldita pesadilla.

-¿Quién es Karamatsu?

Era temprano pero parecía que fuera a anochecer por lo gris que estaba el cielo por la lluvia, se le ocurrió prender la luz para ver con mayor detalle el rostro de sus hermanitos que rodeaban el televisor viendo una película vieja que seguro ya sabían el final.

Aquella parte que se congraciaba de ser un buen hermano mayor conocedor de los menores, se asustó por el tono usado.

Frio y desinteresado.

Más de lo usual.

Más real de lo jamás usado.

-Oh vamos, me lo esperaba de Demoniomatsu o Gatomatsu pero no de ti Choropajerovski.

-Cierra la boca Inutilmatsu y di de qué demonios estás hablando.

-De Dolormatsu ¿Dónde está?

-¿Quién?-pregunto pero no saco sus ojos de esa estúpida televisión y Osomatsu un poco más cansado la desconecto.

La habitación se sumió en oscuridad y un rayo hizo saltar a Todomatsu que se pegó a Jyushimatsu.

-¡Puedes parar Osomatsu-niisan! ¡Tus bromas no son divertidas!-se quejó el menor.

-Seh seh ¿Pero sabes? Oniichan tiene toda una tarde planeada y para eso necesito a Karamatsu.

El golpeteo de la lluvia contra su ventana se hacía cada vez más molesto a la medida que el silencio continuaba y nadie contestaba una pregunta tan básica.

-¿Quién es Karamatsu, Osomatsu-niisan?-pregunto Jyushimatsu.

No era posible ¿Habían influenciado hasta al menos malvado de los seis?

Una risa se escapó del fondo de su garganta, seca y sin humor, era suficiente, se habían pasado esta vez, él, el más sinvergüenza de los seis lo reconocía ¿No sabían cuando detenerse?

-Ja! Si muy chistosos, pero si no piensan disculparse con el idiota de Karamatsu por lo menos no lo hagan más difícil, el idiota nos preparó un maldito pastel, ya basta.

Otra vez silencio, sus hermanos intercambiaron miradas confundidos y antes que Choromatsu tomara nuevamente la palabra fue tomado del cuello de su camisa.

-He dicho que paren con sus bromitas.

-Quién debe parar con las bromas eres tú.

-Tsk.-sin medir su fuerza arrojo a Choromatsu a un lado y fulmino con la mirada al resto Todomatsu abrazando a Jyuchimatsu quien se tapaba la boca, Ichimatsu estaba mirándolo con sorpresa fingiendo inocencia y finalmente Choromatsu lo veía como si fuera un maldito lunático.-Lo buscare yo solo, pero cuando lo encuentre más les vale que dejen este jueguito o ni siquiera el idiota de Karamatsu va a evitar la palizas que les daré por no respetar a sus mayores.

-¡¿Qué carajos te sucede?!

Osomatsu se retiró sin dar otra mirada, arto, cansado, realmente esa maldita broma le habían estado haciendo al segundo durante tanto tiempo.

No era divertida.

Le enojaba pensar que en algún momento lo considero gracioso.

Viendo al de azul esforzándose para ser visto, suplicando una mirada, añorando una palabra.

Suspiro entrando a la cocina con un revoltijo en el pecho.

-Mamá.

-Oh ¿Qué sucede Osomatsu? ¿Tus hermanos no te dejaron desayuno?-pregunto la mayor sin dejar de picar lo que sea que estuviera picando.