XV

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Hay poemas que te muestran
de formas maravillosas:
desnuda entre albor de mar,
rubicunda entre las olas;
hija del Cisne imperial,
en blancor, y Leda hermosa;
Con un arco y un carcaj
en postura cazadora,
sacra y venusta, soberbia
igual a todas las diosas;
muy alegre entre campiñas
por violetas, amapolas,
lirio, nardo y tulipán,
siendo tú, entre ellas, la rosa;
siendo dormida tu luz,
con mágica y roja poma;
a veces triste, en alcázares
alabastrinos, y sola,
esperando entre suspiros
de mi argentina carroza;
en otros bellos momentos,
como nívea paloma,
que posa, que viene y va,
lírica y encantadora,
con su sedeña pureza,
que en matices el sol dora,
y en su pico, rico amor,
lleva al nido en que reposan
unos polluelos tan tiernos
que al verlos enamoran;
en unos pocos poemas,
eres hermosa y traidora,
cual dalílica harmonía,
que en placeres aprisiona.
Pero en los míos, cierto es,
eres como la noche honda,
Salomé de ojos tranquilos;
eres como un día en que mora
inquieta, dentro del aura,
Dafne, mirándole en Sorga;
a veces tan enigmática
y risueña cual Gioconda;
muchas veces tan espléndida
que mi lira reacciona
en ensueños becquerianos
de una muchacha que añora
mis besos, yo a ella, dos
dementes que se apasionan,
y termino despertando,
de un sueño que me controla;
otras tan bella que juro,
aun conociendo la historia,
que yo siendo Adán y tú Eva,
¡Muerdo de nuevo la poma!

Mil Versos De AmorWhere stories live. Discover now