Capítulo 3: Nunca le había golpeado

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[POV Lauren]

El sol me estaba dando directo a mis ojos, provocándome que impidiera con mi sueño. Abrí mis ojos con dificultad volteando a ver si Camila se encontraba y ahí estaba durmiendo tranquilamente, moví un poco su cuerpo provocando un gemido de su parte pero no logrando que abriese sus ojos

—Camila.—le hablé algo alto y ella abrió sus ojos lentamente, mostrando sus preciosos ojos chocolate

—¿Qué pasa?—preguntó con voz algo ronca

—Ve a cerrar la persiana que me lastima el sol.—ella se levantó cerrando la persiana y volviendo a la cama

Volví a consolidar mi sueño, quedándome dormida de nuevo pero alguien me lo interrumpió.

—Mamá.—la voz de Alex me despertó

—¿Qué quieres?—dije con voz adormilada

—Dice mami Camz que te deja tu desayuno en el comedor.

—Sí, ya lárgate que no me dejas dormir.—me envolví en las cobijas quedando nuevamente dormida

Cuando por fin había descansado perfectamente como quería, hice mis necesidades, me puse una bata fina color blanca con bordes dorados y bajé a la cocina porque Camila me había dejado el desayuno listo.

Entré a la cocina encontrándome mi desayuno con una bandeja sobre la barra, me había preparado wafles con miel, un vaso de zumo de naranja recién echo, un tazón de fruta acompañado con granola y una taza de café.

Tomé la bandeja, y caminé hasta mi sala de estar, dejándola sobre la mesa de cristal, encendí mi gran televisor de plasma dejando una serie de Netflix.

Mi celular vibró, tomé mi iPhone y era un mensaje de mi amante, Keana Issartel.
Una sexy modelo que trabaja en la empresa que era de mi padre, ahora mi empresa

Buenos días bebé, te
extraño ¿Cuándo vienes
a verme?

No tardé ni un momento en responderle.

Hola princesa, yo también te
extraño... Iré cuanto pueda.

Bloqueé mi celular después de responderle a Keana, dejé mi celular sobre mi gran sofá de piel para seguir viendo la televisión y disfrutar mi delicioso desayuno.

Después de ver cinco capítulos más, llegaron Camila y Alex. El niño venía vestido con su uniforme de fútbol del club donde ahora entrena. Su abuelo Alejandro lo metió a un club deportivo de fútbol, para que él tuviera las mismas capacidades para jugar que su tío Anthon, el hermano de Camila.

—Lauren, despertaste.—dijo Camila al verme y rodé los ojos

—Pues claro, ¿qué no ves o qué?—dije lo más obvia. Volví mi mirada al televisor y llevé mi vaso de zumo a mis labios

—Mami, mira lo que compramos.—Alex corrió hasta mí y chocó conmigo provocando que el jugo derramara por toda mi bata

—¡Mira lo que provocaste, idiota!—le grité molesta. El niño hizo un puchero y Camila me miró furiosa

—¿¡Qué te pasa, Lauren!?—corrió hasta el niño y lo puso tras de ella—¡No te voy a permitir que insultes a mi hijo!

Lo prometiste (CAMREN G!P) Where stories live. Discover now