Capítulo 1. Mira por dónde vas.

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Miré por la ventana y pude ver como el viento acariciaba los arboles y como el agua de la lluvia comenzaba a golpear el cristal produciendo un sonido que desde pequeña había amado, he vuelto a Colombia unos días buscando un poco de paz para mi vida, los últimos meses los había pasado de aeropuerto en aeropuerto, de ciudad en ciudad y de hotel en hotel así que echaba de menos mi cama, echaba de menos Bogotá y sobretodo, echaba de menos a mi familia.

Seguía viendo las gotas de agua deslizándose sobre el cristal mientras acababa de arreglar mi pelo, me puse las botas de agua y cogí el abrigo color caqui del armario antes de dirigirme al armario de la entrada y buscar algún paraguas para protegerme de fina lluvia, estaba lista para perderme por las lluviosas calles de la ciudad una vez más.

Caminé sin rumbo durante toda la tarde, adentrándome por las interminables calles que tantas y tantas veces había recorrido.

Llegue a una gran plaza situada en el centro de la ciudad, la lluvia comenzó a ser cada vez mas fuerte por lo que fui corriendo hacia la entrada de uno de los edificios que rodeaban el lugar, allí me senté entre las enormes columnas que sujetaban la estructura, contemplando la solitaria plaza mientras dejaba que el frio aire de la tarde inundara mis pulmones y consiguiendo así que mi mente pudiera despejarse, cerré los ojos disfrutando del sonido constante y sereno de la lluvia.

Sentí de repente un dolor que comenzó a extenderse por mi pierna y rápidamente abrí los ojos asustada y me quede unos segundos mirando aquellos ojos marrones que me miraban con una mezcla de curiosidad y culpa, segundos que parecieron horas.

- ¡Mira por dónde vas! - grité mientras frotaba mi pierna tratando de aliviar el dolor.

- Lo... lo siento, intentaba protegerme de la lluvia y no te he visto - dijo posando su mirada en el suelo mientras se quitaba la capucha de la sudadera y despeinaba su pelo negro con las manos, para luego posar de nuevo sus ojos en mi.

Me quede en silencio, ignorando su mirada observe cada detalle de él mientras jugaba con el dobladillo de mi jersey, pude ver como seguía detenidamente cada uno de mis movimientos y como un sonrisa se iba formando en su cara y he de decir que tiene la sonrisa más bonita que había visto nunca.

- Soy Sebastián, Sebastián Villalobos ¿Y tú? - dijo mientras alargaba su brazo hacia mi para ayudarme a levantarme del frío suelo.

- Sarah... - Dude un segundo si decirle a un desconocido mi nombre completo - Sarah Matthews.

- Mm, Sarah Matthews - repitió dudoso - Me gusta tu nombre Sarah Matthews - rió y yo me uní a él, el tal Sebastián Villalobos tenía una risa contagiosa.

- Gracias, supongo - reí con una risa tonta, bueno con una risa estúpida mas bien.

Mi teléfono comenzó a sonar haciendo que yo misma brincara del susto y provocando la risa de Sebastián. Muerta de vergüenza lo descolgué como pude.

- ¿Hola? ¿Papa? - dije rápidamente.

Solo en el momento que mi padre me pregunto que si llegaría muy tarde a casa noté lo tarde que era, debía volver a casa.

- No papa, ya voy para allá.

Colgué el teléfono pensando que salir de aquel incomodo momento que estaba viviendo, lo mío era hablarle a una cámara y pensar ideas para los nuevos videos, el tema de hablar cara a cara con un chico digamos que no lo llevaba tan bien.

- Bueno yo... - empecé a decir.

- Tienes que irte - finalizo el chico moreno.

- Eh, si...

- ¿Quieres que te acompañe? Es tarde para que vayas sola - sonrió calidamente.

No podía fiarme demasiado de él por lo que dude bastante pero finalmente acepté.

Durante el camino no hablamos demasiado yo me limitaba a las respuestas cortas y era difícil seguir una conversación pero por lo menos me sentía algo más segura con Sebastián acompañándome, las grandes ciudades por norma general no suelen ser muy seguras de noche y esta no era una excepción.

- Vivo aquí, Sebastián- dije parándome en seco y señalando el edificio de nuestra izquierda.

- Oh vaya, en ese caso yo seguiré mi camino. Ha sido un placer acompañarte Sarah Matthews, espero que la próxima vez que nos veamos mejores tus temas de conversación, hasta pronto preciosa - sonrió mientras se despedía con la mano.

¿No sabe quién soy? Esa fue la única pregunta que se vino a mi cabeza mientras Sebastián giraba sobre sus talones y continuaba su camino.

- Claro que se quién eres - su voz me saco de mi trance, mierda había pensado en voz alta otra vez, maldije en silencio mirando al suelo para después posar la mirada en unos ojos marrones que me miraban divertidos - Eres Sarah Matthews, la chica de la plaza, la chica del nombre bonito, la chica que sin tema para conversar - finalizo con un guiño y esta vez sí, continuo su camino hasta perderse en la oscuridad de la calle.

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⏰ Last updated: Jun 28, 2017 ⏰

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