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Tiempo atrás.

Las calles de Salamina están polvorosas por la falta de lluvia y el calor muy abrumador, hace que las personas caminen con cierta rapidez para buscar el refugio de la sombra del algún árbol frondoso y para refrescarse en alguna heladería o cafetería del bullicioso sector.

Azucena caminaba con su novio Jeison el cual solo tenían una semana de ser novios después de una larga amistad. Según ella quería tener experiencia en lo respecto a las relaciones amorosas, porque se considera muy verde, o para no estar tan atrasada con respecto a las compañeras de clase, tratando de encajar con sus supuestas amigas; pero hasta ahora solo estaba recibiendo desilusión y más desilusión con cada palabra que oía de la boca se Jeison.

— ¡Dije que no! — Lo mira furiosa— no creas que porque yo te dije que, si en lo respecto a los amores significa que me vaya a acostar contigo, eso solo lo haré con el hombre que yo me case, jamás desilusionaría a mi padre— le cortaba de manera determinante la propuesta indecente que su novio le hacía.

El joven la miro con cierta burla y enojo al mismo tiempo.

— Pero Azu, no seas tan mojigata, todos los chicos de la prepa tienen relaciones, eso es algo muy normal — le decía él en medio de arrumacos. Su brazo lo llevaba sobre los hombros de ella y trataba de besarla — en los novios es normal tener relaciones sexuales.

Ella frunció el ceño malhumorada.

— Pues lo siento mucho, si eso para ti es un problema, entonces no seamos más novios y nos separamos y seguimos como siempre. Solo amigos y ya— dijo ella mientras le quitaba el brazo de los hombros de manera brusca.

Sin más, ella se apartó de él y es cuando ve a lo lejos a Jessica Dikoudis Alcázar y sonríe complacida y al tener la muy cerca le sonríe saludando, la cual viene acompañada por la señora Céspedes, ella está recién casada, e imagina a su nueva fuente de ingreso.

— Señora Jess, ¿Cómo le va? — la saluda muy cordial.

— Oh, Azucena que bueno verte. ¿Cómo está el profesor? — Ella la mira, Jess la admira es una joven muy talentosa y sociable sin dejar de lado lo hacendosa y amable que es.

— Muy bien, aunque últimamente le aqueja un dolor de cabeza. Él piensa que puede ser la vista, y esta por cambiar los lentes— le comentó y miro a la compañera que tenía al lado.

— Azucena te presento a Saray Céspedes, a lo mejor más adelante ella te llegue a necesitar— le dice en medio de risas.

Azucena emocionada solo se limita a seguir con la broma de la mujer y amiga.

— Bueno, Dios quiera que sea pronto— dice entre risas al ver que la joven recién casada no entendía la broma de su amiga— Las dejo debo llegar pronto a casa hoy me toca limpiar el jardín de la señora Marisol. — les comentó a las dos mujeres que la observaban con curiosidad al verla acompañada por el joven Jeison Duran.

Un joven bastante problemático y de poca confiabilidad.

— Bueno cariño, nos vemos pronto, Alexandros se llevó los niños con él, por eso no te he llamado— le comento y se despidieron.

Azucena era la encargada de cuidar los niños de Jessica, cuando ella así lo requería en algún momento; por eso la broma de molestar a Saray con respecto a que ella cuidara a los hijos de la recién casada.

Caminó con Jeison con rumbo a su casa.

— ¿Conoces a la señora Dikoudis? — Se mostró asombrado Jeison.

Ella levantó los hombros restándole importancia, no veía por qué las personas tenían que hacer tanto aspavientos por la riqueza de una persona, ella era una de las mujeres más ricas de la región, y se casó con un multimillonario extranjero.

Amor Robado.  Serie Salamina Nº 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora