Confesiones Nocturnas

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Si en ese momento alguien hubiera entrado en la habitación de Lisa, solo habría oído risas. Risas de dos amigos. Risas de un amor no correspondido.

Los dos estaban cansados, era la 1:00 de la madrugada y mañana tenía un examen. A Pablo no le importaba. A Lisa le daba igual. Lisa había desconectado de todo, le decía todo a Pablo. Pablo, no. No le había dicho lo que él sentía por ella. Él, quería preguntarle una cosa. Una cosa sobre Hugo. Después de un momento de silencio, pero no de esos incómodos, de los que no hace falta hablar para entenderse, Pablo le preguntó:

-¿Cómo fue lo tuyo con Hugo?

-Bueno, él me lo pidió. A mi no me gustaba . Pero le dije que sí.

-Y...¿Ahora te gusta?

Hubo un momento de silencio, de esos largos e incómodos.

-¿Que pasaria si me gustase?

-No vale que respondas una pregunta con otra. 

Los dos se rieron, y finalmente Pablo le dijo mirándole a los ojos:

-¿Te gusta Hugo?

-Sí. O eso creo.

-¿Qué quieres decir?

-Creo que me he enamorado de otra persona.

Los dos se miraron a los ojos durante unos largos segundos, hasta que Lisa dijo:

-Voy a dormir. Buenas noches.

-Buenas noches

Los dos adolescentes se fueron a dormir con muchas dudas y preguntas, pero, ya tendrían tiempo de resolverlas.

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