Final Feliz

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Compre unos cuantos pares de botellas de diferentes alcoholes

Unas cuantas bolsas de gomitas
Aquellas que solían ser tus favoritas.

Y un par de cajetillas.

Apenas llegue a mi cuarto
Me quite los zapatos, playera, pantalón y sostén.

Me tire en el piso del balcón.

Encendí el que seria el primer cigarrillo.

Comience a contar estrellas
Y rogar a la luna por un consejo.

Al poco rato abrí una botella, susurré tu nombre y brinde.

Brinde por lo que nunca fuimos,
Por los aniversarios no cumplidos.
Por las promesas, esperanzas y sueños rotos. 
Por aquella confesión que nunca hice.
Y sobre todo por tu felicidad.

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Destape la quinta botella, escuchando las campanadas anunciantes de la llegada de la media noche.

Una vez mas brinde, esta vez mis labios pronunciaron el nombre de aquella fría dama que te arrebato esa noche.

Bebí hasta ver el amanecer rodeada de botellas, envoltorios y cajas vacías

Finalmente me levante, me arrastre al baño para asearme, me puse aquel horrible vestido, ese que ella eligió, maquille mi rostro y sonreí.

Me apresure a llegar a la iglesia, te vi, te mire por un largo rato,
ah te veías tan guapo, finalmente me coloque en el lugar, el que tu me asignaste, ese donde estaban todas las damas de honor.

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Llego el momento en que lanzaron el ramo y este cayo en mis manos.
Por poco y lloro, cuando me dijiste que esperarías ansioso la invitación a mi boda, aun sabiendo que no tengo novio

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A la mitad de la cena te pusiste de pie, diste un discurso agradeciendo a cada uno  de nosotros por el fiel apoyo, una vez más dedicaste versos de amor a ella; No se cuantas veces rellene mi copa por cada una de tus palabras, cuando terminaste, al igual que todos levante mi copa en su dirección

El peor momento, llego cuando, me pediste que les cantara una canción, me pare frente a todos, les dedique un par de dulces palabras, aclare mi garganta y cante, al terminar les di mis buenos deseos, ustedes sonrieron, parecías feliz, así que aquella sonrisa también la devolví.
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Al terminar la celebración, te despediste de mi, te abracé un largo rato, tu creíste que era por felicitarte, pero en realidad, te estaba dejando ir.

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Repetí lo que hice noche anterior, pero esta vez no brinde en nombre de nadie, sólo bebí y lloré como un niño pues bien sabia, eue al siguiente día tendría que volver a sonreír.

Seguramente te parezco lamentable.

Pero este es nuestro bello final feliz.
 

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