Tocando el cielo (Haikyuu!! Kageyama-Hinata)

Capítulo 11: Rumores falsos

¡Las siete de la mañana! Eso marcaba el reloj de la mesilla del hospital. Estaba incorporado mirando por la ventana cómo amanecía. Era precioso, simplemente precioso, los rayos de sol apareciendo en el horizonte, iluminando todo lo que tocaban, ese color entre rojizo y anaranjado que tanto le gustaba. Sonrió pero sonrió más cuando la puerta se abrió y entró su hijo corriendo en su dirección.

- Papá – gritaba el niño con una gran sonrisa corriendo hacia la camilla.

- Mi niño – sonrió Hinata cogiendo al pequeño en brazos y subiéndolo a la camilla con él – cuéntame... ¿Te has portado bien? – preguntó mirando hacia Nishinoya.

- Se ha portado genial, nos ha machacado al scrabble. Es un niño muy listo.

- Lo sé... ha salido a su padre – sonrió Hinata haciéndole cosquillas.

- ¿Cómo vas? – preguntó Nishinoya sentándose en la silla frente a la camilla.

- Estoy bien. La verdad es que la medicación me está dejando un poco atontado, pero bien. No sé cuándo me darán el alta.

- Estaban haciendo los papeles cuando he pasado por recepción. Podemos bajar a desayunar y luego te llevo a casa. Tu esposo debe haberse ido ya.

- Sí, un fin de semana sin él, ni me lo puedo creer.

- Oye, Kai... - le llamó Nishinoya con una sonrisa - ¿Por qué no vas a las recepcionistas y les preguntas dónde está el restaurante? Así iremos a desayunar todos juntos.

- Vale – dijo el niño con alegría bajando de la camilla con ayuda y saliendo corriendo de la habitación.

- Kageyama estaba furioso ayer cuando se enteró y sinceramente... sabía que tu situación era mala pero no a este punto, Hinata... mírate, eres una sombra de lo que fuiste una vez.

- Lo sé – dijo Hinata – no creas que no lo veo. Me miro en el espejo y no me reconozco, yo antes sonreía de verdad pero ahora no soy capaz de hacerlo.

- Lo haces con Kageyama. Cuando jugáis juntos brilláis los dos.

- Creo que está afectado con todo lo que le dije ayer.

- ¿Qué ocurrió? ¿Es por lo que el médico le dijo de tu esposo?

- No... sé que eso molestó mucho a Kageyama, que odia a mi esposo y sé que tiene razón en que tengo que dejar esto, pero no puedo. No quiero que Azumi pueda hacerle daño a mi hijo aunque... quizá si Kageyama pidiera la custodia...

- Espera... ¿Custodia? Oh... no me digas... ¿Kageyama es el padre?

- Sí – dijo al darse cuenta de que se le había escapado – pero por favor... no lo digas, Azumi piensa que nadie lo sabe, quiere que crean que es suyo.

- Ya... porque odia a Kageyama y todos se reirían de él si encima supieran que cría a un hijo que ni es suyo.

- Es absurda esta situación.

- Si Kageyama cogiera la custodia... ¿Te divorciarías?

- Si saca a mi hijo de todo esto... sí – aseguró a Hinata – sólo tengo miedo por él.

- Deberías hablarlo con él.

- Ya... pero no sé si es el momento de hablar con él. Ayer le solté toda esta bomba y sé que necesitará tiempo para calmar las cosas, para pensar.