El don de la palabra

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Al día siguiente, se despertó normal, como si no recordara nada de la noche anterior, bajó las escaleras y vió que su madre tampoco estaba, no había dejado ninguna nota, ni le había preparado el desayuno. A si que cojió un baso de leche y se hizo unas tostadas.

-"¿Dónde estará mi madre?"- Pensó mientras le daba un mordisco a la tostada.

Cuando terminó de desayunar, y se fue a buscar a su madre. Dió vueltas por el pueblo, pero no la encontró. Pasó el rato y encontró a un vecino suyo que huía despavorido. Se acercó a el y le dijo:

-¿A... a... a visto... ust... usted a... mi ma... madre?- Dijo intentando hablar entre la tos.

-¡YA O QUEDA NADA NI NADIE! ¡ESTÁN TODOS MUERTOS! ¡CORRE POR TU VIDA JACK! ¡¡¡¡CORRE!!!!- Dijo el pobre viejo mientras huía por un callejón.

En ese momento un hombre vestido de negro con una espada rojo oscuro, tan oscuro que parecía negro, apareció a lomos de un caballo negro con ojos rojos, y le lanzó al viejo un rayo, partiendo al pobre hombre en dos mitades. Jack, al ver eso, se escondió rápidamente tras unos barriles, y observó.

-Nadie me lleva la contraria- Dijo el hombre con voz de asco.

Jack estaba asustado y volvía a tener la garganta brillante, impidiendole hablar. El hombre siguió su camino hacia el cadáver del viejo, arrancó una luz que emanaba del interior del cadáver y se la tragó. Justo en ese momento se giró hacia Jack, y este se escondió.

-Oye, niño, ¿por qué te escondes?¿me tienes miedo?- Dijo el hombre en tono burlón.

Jack no contestó por que no podía hablar.

-¿Me estas ignorando? Eso no se hace, ¿tu madre no te ha enseñado a ser educado... Jack?-

Jack después de oír eso asomó la cabeza, con miedo y odio, y le miró de frente con cara de enfado.

-Así me gusta, Jacky-Hizo una pausa breve- Cuanto hace que no te veo... Sinceramente, no te he echado de menos, ni a ti, ni a tu madre...-

Jack, confuso y enfadado intentó hablar.

-¿Qu... Quién... e... eres?-Dijo Jack mientras tosía fuertemente.

-¿Yo? Oh Jacky, me molesta mucho que no sepas quién soy... hijo mio...-Dijo en tono malvado mientras sonreía.

-¿Q... Qué... has hech... hecho con... mi... madre...?-Dijo Jack como pudo.

-¿Tu madre?-Creó un circulo negro con la espada y sacó el cadáver de una mujer-¿No será esta verdad?-Dijo mientras mostraba el rostro del cadáver- Fue bonito mientras duró Jacky, te prometo que solo sufrió durante... ¿Dos días? Si, creo que eran dos días, no tengo muy buena memoria, perdóname- Dijo riéndose mientras le tiraba el cadáver de la madre a los pies de Jack.

En ese momento Jack estaba abrumado, triste y enfadado, pero no sabía que hacer, ni que decir, se arrodilló ante su madre mientras lloraba sin cesar.

-Bueno... Ya he hecho lo que debía hacer... Me voy Jacky.-Se subió a su caballo- Ah, y ten cuidado, nadie sabe que puede pasar ¿verdad?-Se fue del pueblo galopando a lomos de su caballo.

Jack estaba desolado, llevó a su madre bajo su árbol favorito y la enterró bajo su sombra. Se quedó allí lo que quedaba de día mientras lloraba la perdida de su madre. Una luz salió de la tumba de su madre y se incorporo en la garganta de Jack mientras lloraba, el no se dió cuenta y siguió llorando. Cuando anocheció volvió a casa, cansado y triste, se tumbó en su cama y recordó los momentos que tubo con su madre.

-Madre, juro que voy a vengarte,
Iré hasta el cielo si hace falta solo para salvarte,
A ti padre, voy a encontrarte,
te torturaré, y después voy a matarte.-Dijo Jack.

En ese momento, Jack se dió cuenta de que podía hablar perfectamente, pero no podía decir una frase sin rimarla con otra. En ese mismo instante, Jack se dió cuenta de que se le había sido otorgado, el don de la palabra.

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⏰ Last updated: Dec 25, 2018 ⏰

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El guerrero de la rima malditaWhere stories live. Discover now