NECESIDAD [[CORRIGIENDO]]

Capitulo 9

—¡Pero Mira! a quien tenemos aquí. A la zorrita de Coral.— dijo el ebrio, uno de los 'amigos' de Jhon.

Marissa se quedó confusa pero decidió contestarle, mientras el ebrio cuyo nombre no me acordaba no me soltaba del brazo.

—¿Coral? Oye amigo, creo que te equivocas de persona. Ahora, vamos, sueltala. —trató de sacarme del agarre del marsupial pero no pudo, era gordo y fuerte.

—No la soltaré hasta que me haga un privado. ¿Verdad coral?

—¡Sueltame estúpido!

Hacía todo lo posible por zafarme pero era imposible. Ahora me preguntaba ¿¡por qué todos los hombres que me conocían, tenían que ser altos, musculosos y fuertes!? El gordo por otro lado me olfateaba el cuello, era muy asqueroso.

—¡Dejala, imbecil! —Marissa fue agarrada por otro hombre, pero no pude reconocerlo.—¡Annie! ¡Alguien! ¡Auxilio!.. Uyudu —le taparon la boca muy rápido.

—¿No que muy machitas? Ahora se aguantan princesas.

—Será mejor que las dejes en paz, ¿Me oyes?

Recocí la voz muy rapido que provenía a unos metros de nosotros.

—¿Hadrien?

Hadrien estaba de frente mirando con odio a los tipos, vestía de una chaqueta de cuero, unos pantoles grises gastados, unas botas militares y el cabello perfecto.

—¿O si no qué? —me apretó más el brazo, a estas alturas ya no lo sentía, lo más probable es que me dejará unos grandes y bien marcados moretones.

—¡Me duele! ¡Para!

—Te eh dicho que las suelten. —su rostro dibuja una sonrisa macabra.—o Sofía se enterará de lo que su padre hace mientras no está con ella.

El forcejeo desapareció, el agarre del tipo se fue aligerando. ¿Pero qué demonios? ¿Sofía?

—Como sabes tú de eso.

—No querrás saberlo. Tienes dos opciones, las sueltas sin ningún problema o te golpearé hasta que sofía se quede sin padre. Tu decides.

Pero por lo visto él ni si quiera le importó porque de nuevo me apretó con más fuerza que antes.

Hadrien en un movimiento rapido se abalanzó sobre el, lo golpeó con un fuerte puño hasta qué cayó al suelo inconciente.

Cuando todos se dieron cuenta de lo que pasaba, corrieron hacia el. Por otro lado el sujeto que tenía a Marissa por acto reflejo la soltó.

—Vamonos Aida —pero yo no podía moverme, estaba perpleja por todo el acto tan rapido.—¡Ahora!

—N...no puedo irme yo...

—Aida, ¿Qué sucede?—replicó Marissa abrazandome.

—¡Vamos Aida! —intervino Hadrien.

—Lo siento Marissa debo irme.

Corrí detras de Hadrien lo mas rapido que pude, escuché a Marissa gritar pero no le entendí, cuando llegamos a la calle, miré sin entender a lo que pasaba.

—Debemos irnos rapido... ¿Donde está tu coche?

—Lo déje por allá —Señalé hacia donde estaba, era hasta lo ultimo de la gran fila de coches.

Hadrien me agarró del brazo y me arrastró hacia mi coche.

—¿Qué esperas? Entra ya. —hice caso a lo que me dijo, pero lo que yo esperaba era que me habriese la puerta, sé que no es mucha la obligación, pero pensé que lo haría como las otras veces.