Recuerdos

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Ahora lo recuerdo.

Todo comenzó cuando estaba en secundaria.
Allí, por medio de las típicas situaciones de adolescentes, descubrí que era bastante curioso respecto a los temas sexuales; por distintas razones no tenía formas de explorar mi sexualidad.
Era bastante tímido—en realidad lo sigo siendo, pero ya no tanto.
Me costaba horrores poder conversar con alguien, hacer "amigos" y ni hablar de tener pareja.
Mi situación era patética.

Una tarde volviendo del último día de instituto, antes de los recesos de verano, encontré a mi vecina hablando con un chico en la puerta de su casa.
Delgado, de cabello azabache y piel de una totalidad cálida, saludable; este pasaba de ser percibido tranquilamente, salvo por su ridículo corte de pelo, su extraña forma de vestir y su gran altura.
Era la primera vez que se lo veía en el vecindario, o al menos hasta donde yo sabía.
Pasando por allí rápidamente, salude a mi vecina respetuosamente y esta me devolvió el saludo con la gran sonrisa que la caracterizaba; su acompañante solo se limitó a ignorarme.

Mi vecina, La Señora Park era dulce, cariñosa, humilde y muy amable. De pequeño siempre me invitaba a comer o jugar en su casa y patio, seguía haciendo algunas visitas pero con menos frecuencia, realmente era como una abuela para mí.

(N/A:No sé el nombre de la Abuela de Seungjun, y no se me ocurrió nada, asi que le mande "Señora Park" ',_,' sorry )

                             *****

En uno de mis aburridos días de vacaciones, decidí salir a mover un poco las piernas, tomar aire y despejarme del encierro en el que siempre estaba.
Fui a una cafetería cercana a comprar mi café helado favorito.
Volviendo a casa, me encontraba perdido en la música de mis auriculares y en mi bebida. Todo parecía ir bien hasta que el café que había tenido en la mano hacia menos de 4 segundos, ahora se encontraba todo desparramado en la vereda.

—Discúlpame, no te vi. Tire la pelota muy fuerte. Lo siento.—Sí, claro. Excusas. Tus explicaciones no me van a devolver el café.

Haciendo un mohín interno, me di vuelta para ver quién era el culpable.

—Estaba jugando, la pelota reboto y...
—Era él, el chico con el que la Señora Park hablaba el otro día.

—emh, está bien—dije sin mirarlo directamente a la cara. Levante el vaso ya vacío, y me dirigí a casa.

—Te voy a comprar otro—dijo caminando detrás mío.

—No hace falta, ya paso—conteste  secamente, sin dejar de caminar.

—Pero, yo quiero...-insistió.

—Fue un accidente, a cualquiera le podría haber pasado—me di vuelta y le di una sonrisa forzada y falsa.

—Lo sé, por eso quiero comprarte otro—continuaba atrás mío.

—No, gracias.—La irritación estaba presente en esas palabras.
Solo quería entrar a casa y olvidar esta situación.
Me molesto su insistencia, pero lo que provocaba mi enojo era que en sus palabras había pistes de diversión.
—Y por favor, deja de acosarme.

Unos metros más, dándome la vuelta, lo vi parado y mirándome a lo lejos con una sonrisa que iluminaba todo su rostro, parecida a la de la Señora Park, solo que en él me parecía irritante.

                             *****

Molesto, raro y extrañamente adorable.
Con esas palabras definiría a Park Seungjun.

Luego de aquella situación, descubrí por medio de mi madre que ese pesado que me perseguía no era más ni menos que el nieto—dos años mayor que yo—de la Señora Park que venía de visitas.
En un acto de "gentileza" propia, mi madre le prometió a mi vecina que pasaría tiempo con su nieto, para que este no se aburriera.
No podía negarme, no era culpa de ella que su nieto sea un odioso.
Así que lo tuve alrededor de 6 días pegado a mi, acompañándolo y conociéndolo.

I Like U - [Seungji]Where stories live. Discover now