-XIV-

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Harry llevaba teniendo el mismo sueño todas las noches desde que llegaron a casa:  Louis entraba en su camarote mientras dormía y se besaban apasionadamente.

El caso es que al capitán le parecía tan real y hasta parecía sentir el tacto de los labios de Louis y su dulce aliento sobre su cara, como si hubiese ocurrido en la vida real, era muy extraño.

Pero aún más extraña era la actitud de Louis, pues Harry sentía que lo reuhía, cuando le preguntaba algo, sólo le contestaba con monosílabos, era como si estuviese enfadado por algo, pero Harry no tenía ni idea de lo que le pasaba.

Incluso cuando fueron a la cantina en varias ocasiones, no se sentó junto a él, ni quiso contestar a sus preguntas, hacía que no las escuchaba.

Eso ocurrió durante toda una semana, pero Harry se hartó y un día en su casa lo vio a solas en una de las habitaciones que Louis limpiaba, entró y cerró con llave, no se iría hasta que el pequeño pirata confesase lo que le ocurría.

—¡S-señor capitán porque cierra la puerta con llave!— dijo Louis asustado, pues la cara de Harry no era muy amable.

—Bien chico, vamos a hablar de hombre a hombre, ¿Quiero saber por que demonios me rehuyes y me ignoras?, ¿ Se puede saber que mierda te he echo?.

—N-nada s-señor no me ha echo n-nada.

Louis temblaba en una esquina, pues Harry aunque estaba muy enfadado estaba en la otra punta de la habitación sin tocarlo, pero el echo de verse a solas encerrado con él, a Louis le provocaba escalofríos y pensaba en lo peor o en lo mejor, ¿quien sabe?, tenía su cabeza hecha un lío.

—Dímelo maldita sea... no soporto tu silencio— dijo Harry ahora si acercándose más a él.

—Y-yo no sé de q-que me habla.

Claro que sabía de que hablaba Harry, pero como le iba a confesar lo que sentía por él, lo de los besos estando borracho y sus celos por Elena, era de locos, jamás diría una palabra.

Harry estaba muy frustrado, aquel pequeños chico no le decía nada claro, solo temblaba y temblaba, en el fondo era tan frágil, era como un pequeño cachorro que se asusta al mínimo chillido o ruido fuerte y correria a acurrucarse en una esquina gimiendo de miedo.

Le provocaba mucha ternura, pero su enfado por no tener la confianza para decirle lo que le preocupaba o lo que lo tenía así, lo enfadaba mucho, su actitud lo ponía furioso y era extraño, pues él nunca se enfurecía así porque otra persona le dejase de hablar.

Cansado de ver a Louis sin contestar y casi llorando no lo soporto más, soltó un gran suspiro de frustración.

—Está bien Louis como quieras sino quieres hablar no me hables, no voy a obligarte a hacerlo, aquí no soy el capitán sólo soy un hombre más.

Cogió la llave de su bolsillo y abrió la puerta saliendo por ella, Louis entonces rompió en sollozos y se escurrió por la pared hasta quedarse sentado en el suelo.

Harry se veía muy triste y aunque él jamás lloraba desde la muerte de su padre cuando se prometió que nunca lo volvería a hacer, ahora la veía una promesa estúpida pues tenía ganas de hacerlo, quería llorar y romper algo.

Pero en vez de eso el ojiverde se fue al único lugar que se le ocurrió para poder aliviar esa frustración y olvidar a Louis, ese lugar era la cantina pues estaba claro que el exmonje sólo lo temía y sus sueños de estar juntos algún día habían sido sólo eso, simples sueños.

Louis terminó su trabajo como pudo, estaba muy nervioso y ahora ya no estaba enfadado con Harry sino consigo mismo pues el Capitán había venido a hablar y él no le había respondido.

Harry no sabía el motivo de su silencio, ni siquiera se lo imaginaba y él había dejado de tratarlo por simple estupidez, Harry no se lo merecía.

Lo buscó por toda la casa pero no lo encontró, entonces fue a la cantina para hablar con él pues seguro lo encontraría allá, iba a pedirle perdón y a decirle que era un tonto por haberse portado así.

Sus esperanzas de hacerlo expiraron, pues cuando abrió la puerta entre todos los presentes distinguió a Harry besándose muy apasionadamente con una de las mujeres de mala vida que allí servían a los hombres.

Era inútil Harry ya estaba con otra, estaba claro que no le afectaba tanto su silencio como le hizo creer en la habitación pues ya estaba divirtiéndose.

Louis volvió a casa y lloró como nunca, era imposible, jamás conocería el amor, por lo visto la vida estaba empeñada en quitarle todo lo que lo hacía medianamente feliz.

Pero Louis estaba muy equivocado, pues la mujer se había abalanzado sobre Harry, él la apartó tan pronto reaccionó pues la borrachera le nublaba los sentidos y en un primer momento pensó que era otro sueño con Louis.

Harry se levantó tambaleándose entre gritos y berridos de sus hombres para que se quedase otro rato pero no quiso, en lugar de eso se quitó a la mujer de encima de un manotazo y se fue.

—¡Q-quítate mujer, hoy quie-ro d-dormir so-lo!.

Cuando llegó a su casa todos dormían, así que fue a su dormitorio como pudo y se tiró inconsciente en su mullida cama, no sin antes pronunciar el nombre del culpable su tortura.

—Louis....

30. Mi ardiente capitán- Larry Stylinson💛 (Terminada)Where stories live. Discover now