30 Días de OTP [KingBooigi]

Día 04; En una cita.

Una bella luz de luna adornaba el lugar, justamente nuestra querida pareja había cumplido un mes de estar juntos, así que por eso el fantasma invito a salir a su pareja a el mejor restaurant de todo el reino.

El lugar hacia lleno, y nuestros protagonistas ya hacían comiendo.
Todo era tranquilo, sin embargo, como la salida fue sorpresa, Luigi se sentía un tanto incómodo, pues traía su ropa de siempre mientras todos a su alrededor vestían de manera elegante.
Ni siquiera había tocado su comida, pues no sabia cual era el cubierto especial para el platillo, que para acabarla no sabia si era alguna clase de carne extraña o vísceras.

Sin embargo, veía a su pareja muy tranquila aunque era más que obvio, pertenecía a la realeza.

—Eh... Amor —Habló el otro en voz baja —¿Te pasa algo? No haz comido ni hablado desde que llegamos.

—E-eh, no, no te preocupes sólo que

—¿No te gusto la cita?

—¿Qué? No, no es eso pero... Realmente no me esperaba esto —Se encogió de hombros —Quiero decir, esto es divino pero... Creeme que esto no es mi estilo.

El fantasma se le quedo mirando serio para después de una leve risa tomarlo de la mano y tomar aire.

—Me preguntaba cuándo dirías eso.

El italiano suspiro aliviado, le agradaba que su pareja fuera así.

—¡En serio! —Exclamo —Yo tampoco puedo con tanta clase. Creeme que al llegar me estaba empezando a arrepentir, pero no quería decir nada.

—¿Y por qué no lo hiciste? —Rió leve el de verde.

—Bueno, pues quise superarme y hacer lo mejor esta vez, aparte porque tu hermano cree que no soy el mejor candidato para ti.

—Oh por favor —Se levantó el de verde de su asiento para tomar la mano del rey y levantarlo de su lugar también —No deberías que eso te agobie, además, yo siento que tú eres el mejor candidato para mi.

—Basta —se sonrojo —Me haces tan feliz, Luigi.

—Tú igual a mi.

Hubo un pequeño momento de silencio para darse un abrazo y salir del lugar.

—¿Quieres ir por otra cosa de cenar? —Hablo el Boo —¿Pizza, espagueti, tacos? Aun la noche es joven.

—El espagueti no está mal —Sonrió para después tomarlo de la mano.

Y para resumir, el rey Boo y Luigi fueron a comer, fueron al cine —el cual les había tocado suerte, pues no había casi nadie en la sala— a un pequeño parque de atracciones donde el fantasma gano —o más bien lo hizo con trampa— varios peluches o juguetes para Luigi.

Una noche inolvidable, sin duda alguna.