D Gray-Man: Reborn.

Noche IV: Cristal

Tras dejar a Rosemary Vermilion en la enfermería y ser tratada por la hipotermia junto a la deshidratación y otras causas que no se explicaban al día siguiente Lucette Carnette fue asignada a una misión junto al espadachín Yu Kanda.
Han pasado dos días.

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Mientras ya le había dado una vuelta a la Orden, para conocer la instalación. Aunque la preocupación por Rosemary no se eliminaba en su mente confiaba en al fuerza de voluntad de su compañera para recuperarse por si misma, por ello le toco seguir adelante sin miedos ni preocupaciones

-Bienvenida Lucette-habló el Jefe de la División Europea Komui Lee

-Oye... -y la presencia de Kanda no faltó.

-Vamos Kanda, no pongas esa cara. -Dijo divertido, pues enseguida mostró un semblante más serio. -Necesitamos que ella vaya contigo, queremos ver sus habilidades, además... ¿No has pensado hacer nuevos amigos?, te vendría muy bien.

-Ve al grano.

-Prosiguiendo con lo que dije, se trata de un caso de hay un hecho paranormal. Desde que se intercambió una mercancía de artesanías de cristal ha sucedido estos hechos, quien la posee es un mercader, relata que sus pinturas cobran vida o algo así, les pido que investiguen lo suficiente la situación. Sospechamos que posiblemente aquella artesanía puede que contenta la Inocencia. Es es a unos dos días de aquí, dependiendo del tren, parte mañana.

Después de eso les dio las coordenadas del lugar al que irían, dirección de donde se localizaba el mercader, le entrego esta a Lucette.

- Entendido, antes tengo que hacer algo antes de partir. - Lucette terminó por salir de la oficina de Komui. Aunque Kanda no se veía satisfecho.

-Me parece bien. -concluyó Kanda

La mirada de Lucette chocó con la de Kanda, este se le notó serio... ¿Estaba molesto?, por el momento no se la jugaría a retarlo, no era alguien que discutiera como Rose y mucho menos se metería en su camino, pero se mantendría presente para apoyarlo.

Tan pronto como ambos se separaron, Lucette dio camino a la enfermería donde Rosemary reposaba en paz. No era la primera vez que le hacía ese tipo de visitas, muchas ocaciones se ha visto con la necesita de dar acompaño y apoyo, no solo por sus colapsos sino también por la gran cantidad de veces que ambas estuvieron en batallas.

Apenas pudo verla tranquilamente dormir, colocó su mano en la frente ajena comprobando que la fiebre del día anterior desapareció. Sonrió contenta y acomodó los cabello azabache para peinarlos un poco, junto a ubicar mejor su rosario.

- Que te mejores Rose. Volveré pronto, lo prometo. --Dijo poco después para darle una pequeña caricia sobre el cabello. Prontamente abandonó la enfermería, fue a descansar de momento.

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Apenas amaneció, ambos exorcistas fueron directo a la zona donde se le asignó investigar. Kanda mantuvo su silencio rotundo en cada paso junto a su acompañante, tuvo que mirarla por lo alto pensando en como era posible que alguien que no llegaba al metro y medio puede ser tan dedicada a matar Akuma. Por su parte Lucette aun permanecía con la somnolencia en sus hombros. Cada paso hacia el punto de la misión se lograba ver a Lucette más activa, sus ojos café brillando de pasión y su cabello rubio reflejando la luz del sol.