Nuevo mundo

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No puedo parar de correr, perdí el control de mis pies, mi corazón ya no puede latir más rápido y mi respiración permanece agitada. ¡Mi cuerpo esta en llamas!; se quema con la fuerza y fricción del viento en mi contra, el aire caliente que me empuja hacia atrás quemando levemente mi piel... pero eso no me detiene; nada me detiene mientras pueda seguir respirando.

Me dicen todo el tiempo; que hacia donde me dirijo no hay nada, y decido no creerles a quienes no han llegado más lejos que yo. Tan sólo yo y yo; estaremos presentes en mi viaje, pues nadie más que yo lo sabe; a donde tengo que ir.

Las voces me dicen que hacia donde voy no hay más camino, que el sendero que elegí tiene un limite donde no hay nada, pero mi trayecto aquí no se acaba, no acaba en un precipicio; sino, que ahí comienza mi verdadero destino, pegare un gran salto cruzando ese profundo abismo, y seguiré andando porque mi pecho sigue latiendo y mis pulmones siguen respirando.

Seguiré corriendo, no estoy huyendo; estoy buscando.

Porque este mundo fue injusto, estoy buscando uno mejor; estoy persiguiendo la estela de un sueño; un sueño  que vi pasar frente a mis ojos hace muchos años, un sueño de infancia que no vale nada, pero me mantiene respirando.

Me dicen que esa estela es sólo una ilusión, un producto de mi fantasía, lo dicen las voces que nunca han soñado; que nunca han fantaseado, pues sólo se han resignado; a vivir en este mundo abusivo. No me quedaré a ver como se desintegra la estela de mi único deseo, y quizá muera persiguiendo ese delirio, pero será mejor que quedarme aquí; en esta tierra donde los sueños no crecen, donde las fantasías no se siembran y los deseos no se riegan.
En este pedazo de tierra calcinada cubierta por las cenizas de muchos que intentaron sobrevivir aquí.

Las voces alientan mi fracaso constantemente, pero no me tropiezo, no tambaleo, no puedo perder ante los gritos que me atormentan, porque ya vencí esas voces tres veces; puedo hacerlo muchas más.


No tragare palabras de aliento que no son las mías, pues nadie más que yo sabe; lo que es perseguir ese sueño.

Mis oídos se tapan con expectativas y las palabras no me hacen  flaquear; mientras siga latiendo y siga respirando las palabras no me detendrán.

Aunque mis ojos estén llorosos, no tengo tiempo para pensar; que este mundo es injusto, que este mundo es cruel, vil y no perdona, no tengo tiempo para llorar por un mundo así, tan sólo buscare uno mejor, no estoy huyendo de este mundo, lo estoy superando.

El cuerpo me duele todo el tiempo, pero me duele más cuando no estoy corriendo,  no estoy huyendo; estoy buscando, con mis ojos entrecerrados intento ver a lo lejos...  un mundo nuevo.

No muestro debilidad, no muestro mis ojos llorosos, dirán que soy muy orgulloso, pero cuando mis ojos se vean tristes; mostrare mis dientes filosos, sin soltar una sola lagrima; sin mostrar fragilidad, mi mandíbula será firme y mis ojos estarán fijos a un sólo lugar; El nuevo mundo.

Estoy siguiendo el rastro de un sueño, a pasos frenéticos y cansados, seguiré corriendo, duele; mis pasos duelen como clavos de hierro, duele y una lagrima de mis ojos intenta escapar, pero no hay tiempo para llorar, no hay tiempo para mirar... el infierno que dejo atrás.

El dolor es fuerte y mi cuerpo se cansa, el aire de este mundo es pesado y caliente, aunque me duela seguir andando y me duela seguir respirando; ya no puedo pararme, porque me he aferrado a la  mínima oportunidad de seguir peleando.

Me he aferrado a un hilo de araña, por el cual puedo seguir trepando, un hilo; delgado  que baja desde el cielo brillante, donde se puede ver la estela de mi sueño de infante.

Un cielo claro y limpio se ve al final del hilo de araña, se escucha una melodía nostálgica a lo lejos y se respira tranquilidad, he trepado desde el infierno para llegar al nuevo mundo, un lugar de ensueño que me da una nueva oportunidad, una nueva vida me espera, cuando llegue al cielo seguiré avanzando; porque ahí comienza mi camino, en el nuevo mundo, porque sigo latiendo, sigo respirando,seguiré corriendo; detrás de ese sueño.

© 2017 Máscara de conejo

Palabras que no llevan a ninguna parteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora