Camille - Carl Grimes | Terminada |

"Leave"

Abrí lentamente mis ojos, confundida.

Mi cabeza dolía demasiado, no entendía que había pasado.

Al sentarme en la pequeña cama me di cuenta de que estaba en la caravana que había encontrado cerca del santuario cuando por primera vez desde que esto empezó, decidí atravesar las rejas de casa.

De pronto escuché gritos que lograron acelerar mi corazón, eran más bien suplicas.

¿Qué estaba sucediendo?

Tomé mi arma que estaba al lado de la cama y miré por la ventana.

La traía por precaución simplemente, nunca la había disparado.

Estábamos en el bosque.

No alcanzaba a ver mucho, pero estaba todo mi grupo alrededor de otras personas, estaban arrodilladas.

Esto no me gustaba, en lo más mínimo.

Abrí la puerta y bajé de la caravana, él estaba apuntando a todas y cada una de las personas con el bate lleno de púas que siempre traía.

Decía que era un arma muy útil contra los caminantes, pero nunca dijo nada de las personas.

Me quedé observando la escena confundida hasta que se detuvo frente a un hombre pelirrojo.

Le extendí mi arma a Simon que era el más cercano a mi ya que no la necesitaría.

-tu- dijo con un tono que me causó escalofríos.- tus últimas palabras.

¿Últimas palabras?

-chupa mis bolas- dijo el hombre.

- ¿Esas son tus últimas palabras? - se burló Negan y entonces levantó el bate, ahí supe que era mi momento para hablar.

-¿que demonios estás haciendo Negan?- pregunté, interrumpiendo su acción.
Estuvo a punto de golpearlo con esa cosa.

El se detuvo de inmediato y me miró sorprendido.

-¿qué haces afuera?

-¿creíste que drogándome no me iba a despertar hasta que terminaras? Bueno no pasó. Ahora responde, ¿qué demonios estás haciendo?

Era la única explicación que mi cerebro podía procesar ahora.

Había sido drogada.

-es venganza, pequeña- dijo acercándose pero me alejé.

-¿de qué hablas?

-ellos mataron a nuestra gente, ellos mataron a tu madre.

Ahora entendía todo.

-¿y que con eso? ¡Mira lo que estás haciendo!

-Cam...

-cállate- lo interrumpí molesta y comencé a mirar a aquellas personas .

Estaban llorando y podías observar el terror en sus rostros, se veían muy mal.

Hasta que llegué a una mujer con el cabello corto, se veía aún peor, más pálida y parecía que en cualquier momento iba a desmayarse.

Ma acerqué a ella y me agaché a su altura.

- ¿estás bien?- le pregunté, se veía ojerosa y estaba sudando.

Ella negó.

-está embarazada, pero sucedió algo y tenemos que llevarla con un médico lo antes posible. - me respondió un hombre con un poco de barba a un lado de ella.