Capítulo 1.

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 Esta noche era la víspera de mi decimoctavo cumpleaños, descansaba acurrucada en mi cama ante los conocidos sonidos que ocurrían en la sala principal de mi pequeña casa. Era noche de póquer, mi padre traía con él a sus desdichados amigos alcohólicos, lo solía hacer todos los domingos desde que mi madre había fallecido y aún no me acostumbraba.

En el transcurro de la noche se escuchaban gritos, risas histéricas y ruidos de objetos rompiéndose; algunas veces, sus fracasados amigos contrataban a una o dos acompañantes para "alegrar" la ocasión, hoy era una de esas noches, ya que se podía escuchar que tan bien disfrutaban su compañía.

Sus viejos y desarreglados amigos me conocían y más de una vez me acorralaban afirmando lo atractiva que era, hubo una noche que uno intentó entrar a mi habitación y desde ese momento cada vez que finalizaba mi día solo me encerraba en mi cuarto, lo cerraba con llave y colocaba una pesada cómoda para que sujetara la puerta. Vivía con miedo y ya no quería sentirlo.

Desde que mi madre falleció hace cinco años mi padre cambió completamente, debido a la bebida se volvió violento y con su adicción a las drogas se introducía en sucesos ilícitos, gracias a eso he sido testigo de las veces en que llegaba muy lastimado y solo se encerraba en su cuarto. No recuerdo las veces que he llorado por el temor de perderlo y quedarme absolutamente sola, pero esa era la realidad y cada día estaba más consciente de eso. Recuerdo la primera vez que empezó a tomar, solo había pasado una semana desde que habíamos enterrado a mi madre, Joseph, mi padre había desaparecido por unas cuantas horas dejándome por primera vez sola en esa casa hasta tan tarde, apenas tenía 13 años y luchaba por entender ciertas cosas de la vida. Me había acostado sin comer y cansada me dormí, hasta que un ruido fuerte me despertó, asustada salí de mi habitación y ahí estaba mi pobre padre con dos botellas en ambas manos, se tambaleaba al caminar y daba sorbos a cada segundos.

— ¿Papá? —pregunté con temor. Sus ojos inyectados en sangre me miraron y comenzó a reír enérgicamente.

— ¡Pero si eres jodidamente igual a ella! —gritó con fuerza asustándome aún más. En ese momento comenzó a arrojar cosas fuertemente al piso

—Papá por favor cálmate —rogué.

— ¡Vete! —giró su cabeza hacia mí y sus ojos me dieron escalofríos. Al ver que no me movía tiró una de sus botellas impactando en la pared a pocos centímetros de mí, pequeños pedazos de vidrio caían al suelo, el estruendo me hizo saltar impulsivamente, uno de aquellos pedazos se clavó en mi frente, rápidamente reaccioné corriendo a mi cuarto y cerrando la puerta con llave.

Miraba mi reflejo en el espejo mientras limpiaba mi herida en la frente donde ahora solo tengo una pequeña cicatriz, las lágrimas comenzaron a salir sin emoción alguna, ahí entendí que nada volvería a ser lo mismo.

No me quedo de otra que madurar rápido. Conseguí trabajo como ayudante en un pequeño comercio, los señores Morrison, los dueños del local, me han cuidado estos años y me siento en profunda deuda con ellos, me encargué de las cosas de la casa y de mi padre, terminé mis estudios sin complicación alguna y ahora solo me quedaba buscar algún cambio en mi vida.

Sin prestar atención a lo demás miraba la parte superior de mi habitación, en ella tenía colgado un viejo póster de una mujer militar, en mis pensamientos quería ser ella, quería sentirme segura y no sentir miedo o simplemente saber cómo lidiar la vida con seguridad y confianza. Realmente no sabía en lo que me metía, pero quería por primera vez en mi vida intentarlo, así que en vez de enviar solicitud a una universidad como cualquier chica de mi edad envié solicitud para poder entrar al Marina y solo debía esperar unas horas, tal vez ahora todo funcionaria, tal vez ahora todo estaría bien.

En La Mira© Saga DISPARA#1(Completa En DREAME)Where stories live. Discover now