"SEPARADOS"

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Comenzaba a molestarme las insinuaciones de los hermanos Sakamaki, específicamente de aquellos que aún no he mordido.

Deje pasar días para que las cosas se pusieran más interesantes en el juego. Parece funcionar y la desesperación en cada rostro solo me confirma mis progresos.

El único tiempo en donde puedo deshacerme de todo el ambiente de palacio son los entrenamientos con Jumbo y los guardias.

Mi humor se restablecía al poner como un punto a mi favor el no haberme encontrado con Kishoel desde hace días. Algo fabuloso.

-_________...- Blake me sonríe mientras me extiende un copa con una bebida.

Niego con la cabeza y lo observo esperando a que hable.

-Veras, los chicos han estado insistiendo en que te lleve con ellos- desvío la mirada y suspire con pesadez.

-Entiendo...- me limité a decir.

-¿Irás a verlos?- me miró sorprendido.

-Ya es hora- rodé los ojos-. Iremos esta noche, serás mi escolta al salir de palacio.

-Me encargaré de informar a los guardias de la entrada, todo estará listo para cuando partamos- sonrío y note su entusiasmo.

Asentí. Lo deje de lado, estire lentamente mi cuerpo y me lancé con rapidez sobre Jumbo.


(...)

Mis atuendos negros siempre me servían para todo, esta vez un vestido negro sería el elegido para la noche.
Acaricie el collar rojo que en todo momento se encargaba de cubrir mi cuello. Una elegante joya de la cual admiro su belleza carmesí.

Siempre han comparado mi aspecto con todo aquello relacionado con los vampiros. Cabello como la plata, piel como la nieve, ojos como la sangre.
Eso fue lo que me llevó a merecer automáticamente el título oficial de Princesa Vampiro.
Todos estaban cautivados desde mi nacimiento, afirmaban que mi sangre era demasiado pura, en mis memorias aparece la primera vez que colocaron tal joya extravagante en mi cuello. Forjada con materiales imposibles de romper y aún más difícil de traspasar con colmillos, se convirtió en la protección de mi sangre y aunque que yo quisiera no podía retirarlo. Solo aquella persona que sea digna de mí y mi sangre será capaz de quitarlo sin problema alguno.

Afirmaban que era la reencarnación de una antigua Reina de las primeras generaciones, la primera para ser exactos. Mi comportamiento realmente no les importaba, gracias a mi aspecto tenía asegurado mi lugar en el trono y aún lo tengo.

La única que pareció tomar todo a mal fue la actual Reina, aquella que decía ser mi Madre. Parecía ser un castigo para ella ser opacada por mi, mantenerme cautiva fue su solución, mi existencia quedo en leyendas junto con la primera Reina Vampiro e historias para los pequeños vampiros, aunque después de años nadie era capaz de asegurar si la princesa de blancos cabellos y ojos rojos de verdad vivía en palacio.

Blake hablaba en el auto de todas las cosas que habían cambiado, me relataba historias y una sonrisa ladina se mantenía adornando su rostro.

¿Cuánto ha pasado desde que los vi por última vez?

Definitivamente años.

Esta vez al salir de palacio con Blake como escolta Jumbo quedó con una tarea diferente, se encargaría junto con otros guardias de que ningún hermano Sakamaki o Kishoel me siguieran. Confió en sus habilidades.

El auto deja atrás las grandes rejas que tienen grabadas una M en ellas, sigue un camino largo rodeado de vegetación muerta hasta que finalmente la mansión aparece frente a nosotros. El auto se detiene y Blake baja primero, me extiende la mano y esta vez decido aceptarla.

My Life Belongs To Them Donde viven las historias. Descúbrelo ahora