Capítulo 31. La verdad.

3.7K 220 3
                                    

Llegue a eso de las ocho con un entusiasmo que estaba por debajo del suelo del departamento, con un dolor de cabezas que se debía únicamente por el hecho de haberme matado literalmente la cabeza toda la tarde por las palabras de Camilla, en lo que podría suceder o no y realmente lo único que quería hacer era tirarme a la cama para mandar todo a la mierda, pero no pudo ser porque al solo entrar al living esta un cabizbajo Danny.

- se que habíamos quedado para este fin de semana ir si o si, a ver a nuestros padres...

Recuerdan la vez que dije algo de que yo a este tipo realmente lo conocía desde hace demasiado tiempo, bueno el fue mi vecino de al lado desde los ocho años y de ahí viene esa amistad que probablemente se desarrolló más profundo porque estudiamos en la misma preparatoria y instituto, se podría decir incluso que éramos como hermanos.

- pues me adelantaré...mi padre no está bien -agacha la mirada hasta sus manos- lo lamento.

Su padre había conseguido una nueva novia. La madre biológica de Desqui había fallecido hace tres años y realmente me lamentaba no haber estado cuando me necesito. Ese mismo año fue cuando abandonó sus estudios en Harvard.

- tengo el siguiente pensamiento clavado en mi cabeza -dice sonriendo de lado- a veces uno cree ciegamente que esa persona de la cual está enamorado jamás te dañara, porque uno no estaría dispuesto a hacérselo al otro, simplemente ignorando la realidad, esa de la cual los seres más cercanos son espectadores...ellos ven esa faceta oscura -traga saliva- esa en la cual uno es tonto y no se da cuenta que esa misma persona de la cual está enamorado es la que lo dañaría sin piedad y probablemente ya lo está haciendo, pero es ahí que te das cuenta de que demasiado tarde para decirle "ey, esa persona no te hace bien"

- ¿Qué sucedió?

Alza la mirada y juro que es la tercera vez en mi vida desde que lo conocí que lo he visto así, herido y dolido, con los ojos al borde.

- me llamo la policía local para decirme que mi padre había robado una botella de licor de un supermercado -se sorbe la nariz- de seguro para su novia alcohólica...es difícil ver lo destrozado que está por esa mujer -se coloca de pies mientras pasa sus manos por su cara- al menos aún va a la iglesia con tus padres.

Niego con la cabeza al recordar lo devoto que son aún. Me acerco y lo abrazo, mientras el trata de mantener la sonrisa.

- yo se que encontraras una forma de ayudarlo y si lo necesitas estoy aquí, si quieres puedo persuadirlo de que la prisión no es un buen lugar.

- de hecho yo pensaba traumarlo con una visita a la cárcel más peligrosa del país, pero si te ofreces habrá que cambiarlo.

Bromeamos un rato más y luego él se marcha dejándome en completa soledad. Erick y Jane se han ido de viaje durante estos dos días que vienen para arreglar los preparativos de la boda que se realizaría el día viernes, así que estoy solo. Tomo una ducha para luego buscar una película que logre distraerme, aunque eso está un poco difícil ya que aun proceso todo lo que ha sucedido el día de hoy.

Apenas eran las nueve, pero sinceramente no tenía ganas de nada así que me coloco de pies dispuesto a irme a la cama, apagando el televisor con el mando pero entonces llaman a la puerta por lo que extrañado miro hacia esa dirección, yo no había pedido comida ni esperaba a alguien y ya era muy tarde para que fuera la casera o algún tipo promocionando algo.

- si vienes por Erick, no se encuentra. No necesito algún seguro y no tengo azúcar señora Minder -comienzo a informar mientras tomo una sudadera y me encamino hacia la puerta- yo no pedí una pizza ni comida china y no....

Me callo al solo abrir y ver un rostro que solo había soñado que se aparecería por aquí.

- ¿Cómo consiguió la dirección? y ¿Qué hace aquí?

Ella es mi Jefa. SIN EDITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora