Cabizbajo entre al colegio, alce solo un poco la vista y pude ver al pelirosa, aún seguía siendo tan hermoso, aunque me lastimara de esta forma. Jimin sonreía mientras hablaba con nuestro amigo en común, Taehyung.
Incluso así seguí mi camino, ignorándolos completamente, no quería enfrentarlo, no sabía como reaccionaria Jimin al verme después de que lo tratará de esa manera.
Me sente donde siempre, quite los auriculares de mis oídos cuando el profesor entro. Poco a poco el salon se fue llenando de alumnos, agitaba el lápiz, nervioso.
Solo esperaba poder evitar a Jimin.
* * *
-¡Namjoon! -escuche que gritaban mi nombre, quite mi auricular y eleve la mirada, encontrándome con Jimin. Trague saliva, realmente nervioso- ¿Qué te sucede?
Su pregunta me sorprendió.
-Na-nada, simplemente estoy cansado -me excuse.
-Primero me cortas la llamada después de gritarme y luego me ignoras en los recesos ¿Qué hice mal? ¿Te dolió que haya hablado de aquel chico? Si es así lo siento, no quería hacerte sentir mal -miro sus manos, jugando con ellas. Me dio mucha lastima que piense que él es el malo, solo lo soy yo.
Así era Jimin, siempre pensaba que la culpa era suya cuando la mayoria de veces no era así.
Me levante de mi asiento y lo abrace, rodeando su cintura. Olí su rico olor a flores, a Jimin le encantaban las flores, siempre que podía usaba coronas con rosas, tenía hasta pantalones con flores. Era el más adorable que vi entre tantas personas.
-No Jiminnie, no fue eso. La verdad es que él ya no me interesa. Lo siento por gritarte, estaba alterado -susurre, mi abrazo fue correspondido y sonreí.
-Oh, está bien. -Sonrió y dejo un beso en mi mejilla al separarnos, haciéndome sonrojar- ¿Te sentaras con Tae hyung y conmigo en el almuerzo? No quiero estar solo.
Hizo un puchero y con eso logro convencerme, amaba que haga eso, se veía más tierno e inocente de lo normal.
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-Claro. -Tome todos mis libros y al salir la campana sonó.
-Vamos o nos perderemos la buena comida. -Tomo mi brazo y lo jalo hacia la cafetería. Apreté mis dientes al sentir el dolor punzante en mi muñeca.
Jimin se detuvo al ver mi mueca de dolor, me miro a los ojos y levanto la manga de mi chaqueta, trague en seco, no quería que viera aquello. Intente apartarlo pero insistio y logro apartar mi abrigo. Abrió su boca sorprendido observando los cortes en mi muñeca.
-Nam-Joonnie ¿Qué hiciste? -pregunto con lagrimas en sus ojos, preocupado por mí. Abri la boca buscando alguna excusa pero no salio nada, solo un suspiro.
Aparte su brazo y volví a esconder las lastimaduras bajo la tela, sin mirarlo me dirigí a la cafetería.
(...)
-¿Por qué lo haces? -pregunto en voz baja mientras se acurrucaba en mi brazo.
-No puedo decírtelo Jimin, no creo que entiendas -hable frió, intentando que la conversación terminara.
-Pero, pero soy tu amigo ¡Quiero saber! -golpeo con su pequeño puño la madera del muelle.
-No interesa, son simples marcas -le reste importancia.
-Quiero saber Jonnie -se quejo haciendo puchero y mirándome directo a los ojos.
-Será en otra ocasión -finalice.
El chico de Busan se puso de pie y sonrió.
-Ya tengo que irme, Bin me espera. -Suspire, el ciclo volvía a repetirse, pero quizás esta vez terminaría peor.
-¿Tan pronto?
Siempre nos quedábamos hasta altas horas de la noche, conversando y riendo. Pero cuando Jimin estaba en una relación se iba en menos de una hora después de llegar, o hasta veces en las que no veniamos directamente.
-Bueno, Bin quiere llevarme a un partido de fútbol, me pidió que vaya ya que quiere que lo aliente.
-Está bien -acepte, mirando el lago y frunciendo el ceño.
-Adiós. -Jimin se acerco y dejo un beso en mi cabeza- Luego hablamos.
-Sí, ve con Bin -intente no sonar tan duro pero parece que Jimin lo notó y los pliegues de sus labios se curvaron hacia abajo.
-Claro, adiós.
Quizá era mejor olvidar a Jimin, o luchar por él. Aunque siempre le demostraba mi amor,él no lo notaba. Siempre me trataba de amigo, y eso dolía más que nada en mi corta vida.
Mejor olvidar, desde ahora dejaría de ser tan unido con él.
