La Luna de miel

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(Foto de arriba hecha por MissJees y HanoiChan)

(LEER HASTA EL FINAL, GRACIAS)

Juicier: Bonjour, mes pervers amis~

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Juicier: Bonjour, mes pervers amis~. Si andáis leyendo esto es porque queréis leer un buen limón, ¿no? Yo sólo os aviso de que es lo que vais a encontrar aquí, sólo quiero que toméis precaución, la autora y yo no nos hacemos responsables de derrames nasales, desmayos y cualquier consecuencia de leer yaoi. Sin más que decir, jouir de la lecture~.

El viaje había sido largo, pero la espera había merecido mucho la pena. Por fin nuestros conejitos se encontraban en la habitación del hotel donde celebrarían su esperada Luna de miel. El pelimorado no pudo evitar tirarse en la cama doble de su habitación, hundiéndose en ella por el blando colchón que le tentaba a probar.

- ¡Waah! Esta cama es un lujazo- Bonnie se restregaba por toda la cama haciendo la croqueta-. Sin duda como me duerma aquí no habrá fuerza humana que me levante.

- ¿Ah, no?- su marido no pudo evitar sonreír ante aquel inocente comentario- Bueno, pues entonces tendré que ocuparme de que lo hagas. No voy a permitir que estés todo el día haciendo el vago mientras yo me recorro toda esta ciudad solito. Además, podría encontrar nueva compañía si te quedas aquí...- se cruzó de brazos el más alto, dándole la espalda al otro.

- ¡¿Qué?!- el mayor en edad hizo un puchero- No, maestro, no seas malo- se levantó rápidamente de la cama y lo abrazó por la espalda, entrelazando sus dedos encima del pecho de su amado-. No lo decía en serio... Yo quiero pasar tiempo contigo, no te enojes, por fi...

- No lo sé...- rió bajo el peliazul, mirando de reojo a su esposo-... ¿Cómo podrías compensarlo?

- Mmm... Podemos ir a dar una vuelta los dos... ver la cuidad juntos... tomarnos algo...- se aferró más a su espalda-... y tal vez... podamos pasar una agradable velada solos... tú y yo...

- No parece mal plan, conejito- se giró el peliazul para ver a los ojos a su amor y darle un besito en la frente-, pero no tienes por qué ponerte nervioso... sabes que no te dejaría por nada del mundo. Además sólo estaba bromeando...

- Jeje, eres tan tierno, maestro...- le robó un pequeño beso en los labios.

Sí, ambos conejitos iban a pasarlo realmente bien en su luna de miel. Al terminar de arreglar la habitación, salieron tal y como había dicho el pelimorado hacia el centro de la ciudad de París, pues decidieron que sería un buen lugar para estar juntos. Visitaron la Torre Eiffel, el museo del Louvre, la catedral de Notredam y mucho mas. Sin duda un viaje que nunca olvidarían. Además, lo que más disfrutó Bonnie de su viaje fueron todas las veces que Bon lo había llevado a tomar la comida típica de aquel lugar. Los dulces, los aperitivos, todo de allí le fascinaba, y su querido maestro no le negaba nunca nada, pues quería lo mejor para su conejito. Lo que de verdad disfrutaron de hacer... fue colocar aquel candado en el puente del río Sena, donde asegurarían para siempre que su amor sería eterno. El peliazul cerró el candado enganchado al puente, Bonnie tomó la llave y la tiró al río, asegurándose de que nadie lo abriera jamás y que su amor durara por toda la eternidad.

Campanas y noche de boda [Segunda Temporada]Where stories live. Discover now