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Las manecillas del reloj se movían conforme pasaban los minutos, todo parecía una eternidad. Llevábamos algunas horas aquí y mamá solo rechazaba casas, por razones mediocres o que eran pequeñas y creía que no funcionarían para nosotras. Realmente había llegado a mi límite, quería irme, me aburría estar aquí.

Observé la habitación por décima vez, era cálida. Por los cuadros había deducido que era un hombre de familia, para ser exacta tenía dos niños pequeños y una bonita esposa, lucia como un hombre feliz.

一Entonces, ¿quieren algo bastante grande pero acogedor?一 él preguntó con una pequeña sonrisa en los labios.

Nos habíamos mudado a Busan por el trabajo de mamá, dejando nuestra vida atrás en Gwangju. Aunque mamá diga que es bueno empezar de nuevo y cambiar de ambiente, yo no lo veo tan así ya que no soy tan sociable como ellas, allí había logrado hacer algunos amigos.

En este momento nos estábamos hospedando en un hotel, que a pesar de no ser el mejor hotel bastaba por el momento. Tampoco me daba el lujo de exigirle a mamá, teniendo que lidiar con dos hijas ella sola.

一Si, siempre quise una casa grande. Al igual que ellas一 habló mamá mirándonos y evidenciando entusiasmo.

Mamá estaba mintiendo, Solji y yo no queríamos seguir compartiendo habitación con nuestras primas pero dijimos que no queríamos una casa muy grande, digo tan solo somos tres.

El hombre sacó otra carpeta donde tenía una gran cantidad de fotos de más residencias, pero esta a comparación de las demás, lucia vieja y llena de polvo. Buscó entre las amarillentas páginas, hasta llegar a una que no llegué a ver bien pero que tenía una especie de marca en tinta roja.

一Tengo algo perfecto para ustedes. Les va a encantar, se los prometo一 aseguró el hombre de unos cuarenta años.

[...]

Bajamos del auto y nos encontramos una añeja y extensa casa o por lo menos lo aparentaba desde afuera. Todas experimentabamos una reacción diferente, Solji tenía una mueca de desagrado mientras que mamá se mostraba muy emocionada, yo por mi parte, me encontraba en el medio de sus reacciones. Admito que se veía bastante tétrica pero se notaba que le faltaba mantenimiento, tal vez si la arreglaramos un poco quedaría linda.

一Wow... esto es…一 dijo Solji disgustada.

一Hermoso, ¿no les encanta?一 dijo mamá interrumpiéndola, ocasionando que Solji y yo nos miremos en desacuerdo 一¡oh vamos! ¿no quieren ver a su madre feliz?

Comenzamos a caminar hacia la entrada. Dirigí mi mirada hacia arriba, unas ventanas descuidadas y polvorientas se podían apreciar, noté algo extraño.

Había algo en ellas.

Un chico de tal vez unos dieciocho años se asomaba por la ventana, su piel blanquesina parecía porcelana y su cabello castaño claro brillaba a la luz del dia. Se mostraba como un ángel mientras miraba el cielo pacíficamente. Cuando su mirada conectó con la mía, cambió completamente su semblante, incluso su cabello oscureció. Pude sentir una corriente por todo mi cuerpo.

No quería dejar de verlo.

一Solji一 la llamé, se lo quería enseñar 一¿ves eso?一 señalé la ventana.

demonio ❀; j. jeonggukWhere stories live. Discover now