La hija de la luna

Quiero escuchar su voz

40 minutos antes

Andrés narra

Pixie y las demás estaban dormidas en la habitación de Sara, se veían muy a gusto, no me gusta ver a Pixie sufrir, ella está muy apegada a Estrella, la verdad es que a esa chiquilla le pasa de todo. Diego llevaba unas horas desaparecido, no es que no confíe en él pero se lo mucho que quiere a Estrella y no me gustaría que hiciera algo de lo que se pudiera arrepentir

-Diego no vuelve -Mateo está a mi lado mirando la ventana por si lo ve cosa que dudo lleva 5 horas fuera -debemos ir a buscarle -Mateo es el mejor amigo de Diego, ellos tuvieron la idea de la banda, yo solo les seguí la idea

-no creo que sea buena idea -Mateo me mira como si hubiera dicho la mayor estupidez de este mundo y yo me encogí de hombros -es solo que... no creo que sea buena idea dejar a las chicas solas, están bastantes sensibles -Mateo me miraba, si las miradas matasen yo ya estaría a 700 metros bajo el suelo

-es nuestro hermano, no podemos dejarle solo -Mateo está más serio de lo normal, parecía dolido por la ausencia de Diego -yo solo digo que...

-iremos a buscarlo dentro de... venga vamos a buscarlo -cambie de opinión al saber lo mucho que le dolería a las chicas saber que la paregita de enamorados estaba desaparecida, ellas no saben que Diego no volvió a noche

Salimos de la habitación intentando no hacer ruido, cosa que parecía imposible y lo era, no llevábamos ni medio pasillo y ya se nos habían caído  cosas al suelo, nos habíamos chocado contra muebles y habíamos visto a una chica...

-¿donde os creéis que vais? - la voz de Ani que nos observaba divertida, siempre que sabe que hacemos algo así

-a... ¡¿ninguna parte?! -definitivamente Mateo es tonto ¿lo estaba preguntando o afirmado? Por qué yo creo que ambos, y como Ani no es tonta nos pilló al segundo

-lo repetiré por última vez ¿donde os creéis que vais? - Ani llevó sus manos a las caderas para después cruzarse de brazos

-lo primero, no puedes decírselo a nadie hasta que nos vayamos -Ani asintió no muy convencida - y lo segundo, vamos a buscar a Diego, no volvió a noche-Ani abrió mucho los ojos en modo de sorpresa, pero cambio a preocupación a lo que yo asistí

-tienes 10 minutos, ni uno más, ni unos menos, las chicas merecen saberlo -estaba pensando si asentir o negar pero preferí aceptar por qué nos daría tiempo a irnos a irnos y Ani tenía razón, las demás merecen saber que Diego no está

Me alejé corriendo a buscar a Mateo, había desaparecido mientras hablaba con Ani y teníamos 10 minutos para desaparecer como alma que lleva el diablo. Lo encontré hablando con la señora Luna tan tranquilo que me dieron ganas de cogerle de la oreja como mi madre solía hacer cuando me portaba mal. Le cogí del brazo y me disculpe con la señora Luna por interrumpir su conversación, aunque me moría por hacerlo

-¿que pasa? - Mateo me miraba con fastidio aunque no superaba la mía

-tenemos 10 minutos para salir por patas -literalmente a Mateo se le murió la última neurona que tenía pensando

-¿por...? -mateo quería que siguiera hablando pero lo juro que me empezaba a echar humo por las orejas

-¿por que Diego no ha venido a dormir? No se, ¿puede ser no? -la ironía se apoderó de mí, más bien se apoderó de mí el enfado

-ostras verdad, vamos corre - mateo salió corriendo para buscar a nuestro amigo

Estuvimos con buscando a Diego por todo bar, restaurante o tienda que estuviera abierta, teníamos que encontrarlo antes de que haga algo de lo que se pueda arrepentir, vi a lo lejos una silueta, parecía Diego así que corrí directo allí dejando a Mateo que me miraba como si estuviese loco

-¿¡Diego!?- la silueta se giró para ver a mi amigo que con solo mirarlo parecía borracho cosa que me sorprendí, en todos los años que llevo conociéndolo nunca se había emborrachado, de echo él era quien me ayudaba a mi

-amigo -Diego se tambaleaba, estaba asustado de lo que estaba viendo, nunca había visto a un borracho y prometo que no  volveré a emborracharme, lo estoy pasando mal viendo a mí amigo así, no quiero que nadie me vea como lo estoy viendo a él hoy, sobre todo sé que le había mucho daño a Pixie cosa que no quiero hacer ni por un todo el oro del mundo -quiero encontrar a Estrella -Mire a Diego quien estaba llorando desconsoladamente al lado del recién llegado Mateo -no quiero perderla -mire a Mateo intentando que comprendiera que debíamos llevarlo a casa de la señora Luna para que  duerma un poco y recupere la cordura -debí aprovechar el tiempo con ella, no debí ir a por el maldito helado, no debí pedirle esa cita, no debí hacer tantas cosas, me arrepiento de todo, de no... ¡¿por qué a sido ella y no yo, por qué se la han llevado, por qué no a pasado el tiempo suficiente como para llamar a la maldita policía...?! por qué -los palabras de Diego me sorprendieron, se notaba en la voz, en la mirada, que la amaba de verdad

Estábamos cerca de la casa de la señora Luna vi a Pixie caminando, al verme sonrío y corrió hacia mí para luego abrazarme. Verdaderamente sé que quiero a Pixie, pero no sé si ella siente lo mismo así que prefiero reservármelo para mí, aunque en muchas ocasiones sufra, hay veces en los que pienso que ella siente lo mismo por mí pero eso es imposible, ella me ve como su amigo

-Andrés te juro que te mato, te he llamado y no me has contestado, me había preocupado -Pixie se había puesto una camiseta básica con las letras "vives en mi" que ahora que recuerdo, se la regale yo, unos pantalones cortos y unas zapatillas. Su pelo estaba suelto y no iba maquillada, estas dos ultimas son unas de las cosas que me encanta esta chica, su naturaleza simpática y sus ganas de vivir, odio estar tan enamorado de Pixie -¿como esta Diego? -Pixie se fijo detrás mía donde estaba Diego aún borracho

-perdón, pero me deje el teléfono en casa de la señora Luna, en cuanto a Diego, debemos llevarlo a casa de la señora Luna para que duerma un poco -Pixie vuelve a mirar detrás mía para luego mirarme otra vez a mí y abrazarme de nuevo

-venga vamos -Pixie me coge del brazo para que nos demos prisa

-solo quiero escuchar su voz -fue lo último que dijo Diego antes de caer en un profundo sueño