Jasper Frost

XXIV

 Desperté, estaba en el hospital, no podía mover mi cuerpo, no recordaba nada, solo vi que mi cuerpo estaba cubierto de vendas por todas partes.

--¡ Vicent!—dice una voz muy baja, era mamá, su aspecto era terrible, había llorado mucho.

 -- ¡Mamá! -–   apenas susurré, besó mi frente.

 -- ¿Que me sucedió Mamá?—pregunté, no respondió, de pronto vinieron todos los recuerdos a mi cabeza,  ellos me golpearon hasta cansarse, nunca había resistido tanto, luego mi Padre me disparó, Travis mató a mi Padre y luego Travis me salvó... esperen Samantha le disparó a Travis... sentí que algo en mi se rompió completamente. 

 -- ¿Donde esta Travis?—pregunté intentando levantarme.

 -- Vicent no te puedes mover—intentó calmarme, afirmando mis hombros, no me importó.

 -- ¿Donde está Travis Pam?—grité,   me soltó porque era inutil y lo sabía. 

--El murió Jasper, lo encontraron muerto a tu lado—no fue capaz de mirarme. 

 No pude  hablar durante unos minutos, mi mente no procesaba, no podía ser real, el estaba a mi lado, lo ultimo que dijo fue háblale de mi, no aguanté mas y grité, grité de dolor, no porque me doliera el cuerpo era el dolor de perder a mi compañero, mi hermano, mi amigo, mi todo. 

Travis mató a Cook y a mi Padre para que yo pudiera ser feliz, el hizo todo y ya no está, 
Mamá lloraba a mi lado mientras yo estaba descontrolado, me bajé de la camilla, no alcancé a salir, necesitaba ver a Travis, llegaron enfermeras para calmarme hasta que sentí que mi cuerpo no respondía a mi mente y me dormí.

Pasé 8 días recuperándome en el hospital, los doctores no se explicaban como pude sobrevivir, no hablaba, ni siquiera comía no tenia ganas de nada, solo quería ver a Travis, necesitaba despedirme de él.

 Mamá hizo de todo para que yo me sintiera apoyado, pero era demasiado tarde, me sentía frustrado, necesitaba estar solo.

Un día decidí arrancarme del hospital, ya no tenía nada que hacer ahí, me dirigí al cementerio 

-- Aquí estas bastardo—susurré, mis ojos se llenaron de lágrimas y caí de rodillas.

 --¿ Te das cuenta de lo difícil que es el mundo sin ti?— apenas podía hablar. 

 -- Me dejaste solo Travis --  sentirme vacío era poco.

 -- Nunca dije esto antes pero eres el hermano que nunca tuve, fuiste lo mejor de estar en esta maldita vida-- susurré

 -- Tu nombre jamás será olvidado -- fue una promesa.

 -- Te tendré presente por siempre y siempre le hablaré de ti al pequeño Frosty--... me puse de pie para volver a casa.

 
Observé el lugar que rodeaba a Travis, era un lugar muy tranquilo, de seguro debe estar enojado, lo que más odiaba Travis era el silencio, nunca había odiado tanto a una mujer como lo hago con Samantha Cook. 

--Hasta luego jodido bastardo—me despedí, dejando las flores sobre su tumba.