El Chico Del Bosque

El Chico y el Bosque

Era se una vez un chico solitario que vivía en una pequeña choza en las montañas

El siempre tuvo dificultades para hablar con otras personas, por eso decidió mudarse a las montañas.

Un día el invierno llego obligándolo a bajar al pueblo,aunque había pasado mucho tiempo desde la última vez que el había pisado su pueblo del cual había nacido el recordó perfectamente las calles de su pueblo y recordó lo hermoso que era antes de irse de casa, el chico empezó a preguntarse en voz alta:

–¿Por que habré escapado de tan hermoso lugar?

En eso, una voz familiar llamo al chico por su nombre, que incluso el propio chico había olvidado

–Sora...¿eres tu?

Con lágrimas en los ojos Sora dijo:

–Si Shiro,soy yo

Sora se abalanzo a Shiro para abrazarla. Sora sentía el calor de otra persona que no el deseaba desde hace mucho tiempo, haciéndose la misma pregunta en la mente una i otra vez ¿Por que habré escapado de un lugar en donde era amado?

–Sora ven te llevare a casa–la sonrisa que la chica tenia hace un memento se desvaneció dando lugar a una expresión seria y con la mirada desviada de Sora

Sora camino junto a Shiro que uradiaba una aura de de felicidad, como cuando uno camina con un amigo de la infancia, pero, cuando en una esquina de una casa apareció una persona, la aura de felicidad cambio una aura de indiferencia e incomodidad, Shiro dio un par de pasos lejos de Soria, lo cual provoco que Sora, desanimado y confuso por la acción de Shiro caminara atrás de ella como si de dos extraños con el mismo destino caminaran juntos.

Después de que la persona pasara detrás de Shiro y Sora , el aura de Shiro regreso a como estaba antes tan rápido como se había ido

Con una expresión seria Sora hablo:

–¿Shiro que fue eso de antes?

–Pues.... ¿Acaso crees que dejaría a alguien verme caminando  con alguien vestido así?

Con esas palabras, los recuerdos de un pasado distante llegaron a Sora como si de un golpe se tratara.

Con la boca y ojos abiertos Soria dijo:

–Por favor... No le digas a nadie que me has visto

–¿Sora acaso te has vuelto loco? Estamos enfrente de tu casa

Soria camino por donde había llegado

–Sora a donde vas?

Soria camino con los recuerdos de una sociedad egoísta y falsa en la cual todos son marionetas de otras marionetas y esas marionetas son marionetas  de muchas marionetas mas pequeñas la cuales son controladas mutuamente unas pie otras sin darse cuenta. En esta sociedad nadie es libre todos somos marionetas egoístas y falsas.

En frente de Sora se levantaban un gran bosque con pinos llenos de nieve blanca como si vestidos fuera lo que llevaran. Y Sora se pregunto en voz alta

–¿Por que abre dejado tan hermoso lugar? ¿Acaso me volví loco?

Con una mirada seria y firme  Sora se dirigió al bosque con la intensión de nunca salir.