19. capítulo

6.3K 570 4
                                    

Dos semanas después, Sam seguía sin poder dormir más de dos horas seguidas. Había creído que el volver a casa de sus padres ayudaría, pero no era así. Las pesadillas por la noche y una terrible sensación de angustia por el día habían hecho que perdiera cinco kilos. Salía lo imprescindible y no podía evitar mirar atrás continuamente. Sabía que sus padres estaban preocupados, pero no veía la forma de salir de esa situación.

-¡Samantha! Baja a cenar-llamó su madre desde la cocina-Tu padre te ha traído una sorpresa.

Sam, se incorporó de la cama en la que estaba tumbada y bajó, con paso cansado, hasta el salón. Al entrar, tuvo que parpadear varias veces para asegurarse de que realmente estaba viendo a Damon, sentado en el sofá junto a su hermanito y su padre.

-Hola cariño-saludó él con una sonrisa encantadora saliendo a su encuentro.

La abrazó por la cintura y la besó con descaro, invadiendo su boca con la lengua.

-¿Me has echado de menos?-le susurró al oído antes de que la chica se apartara.

-Samantha, ¿por qué no nos habías dicho que tenías novio?-recriminó su madre entrando en el salón-ahora entiendo por qué parecías tan triste.

La chica se volvió hacia Damon, sin poder creer lo que oía.

-¿Qué haces aquí?-le preguntó aún confusa.

-Te extrañaba mucho y he venido a hacerte una visita-respondió él abrazándola otra vez-al llegar, me he encontrado con tu padre en la puerta y me ha invitado a entrar.

-Supongo que te quedarás a cenar, Damon-invitó el padre de Samantha.

-Por supuesto, señor, me encantaría.

-Tom será suficiente, hijo.

Sam no daba crédito a lo que veía. Damon, haciendo gala de un encanto que nunca habría pensado que tuviera, tenía a sus padres comiendo de su mano. Incluso el fiera de su hermano, estaba encantado con el vampiro.

La cena fue alegre, con Damon contando todo tipo de anécdotas. Sam se mantuvo callada, luchando por contener su enfado. Después, tomaron un café en el salón. Damon la cogió de la mano cuando se despidió.

-¿Me acompañas a la puerta, cariño?

Ella le miró ceñuda.

-No lo dudes.

Salieron y cerró la puerta. Inmediatamente, se volvió hacia Damon furiosa.

-¿Qué te crees que estás haciendo?

Damon, sin contestar, la atrajo hacia él y la besó con dureza. Sam luchó por soltarse, hasta que el vampiro se lo permitió.

-¿Por qué has hecho eso?-preguntó.

-Tenía dos opciones, besarte o darte una buena paliza por salir corriendo. He pensado que preferirías el beso, pero, si no es así, no tienes más que decirlo-respondió el vampiro recuperando su fría expresión.

Sam le miró sin saber qué decir.

-No he salido corriendo, Damon, el curso ha terminado y he vuelto a casa, eso es todo.

-¡Y una mierda!-exclamó el vampiro- has salido corriendo por que tu ex novio vampiro te secuestró, torturó y estuvo a punto de matarte. Y no soportas hablar de ello.

-No quiero hablar de ello, que es distinto. Estoy bien, Damon. Déjame en paz.

El vampiro la miró furioso. Luego la alzó por la cintura y en una décima de segundo la llevó a la parte de atrás de la casa, donde nadie podía verles.

SamWhere stories live. Discover now