Extrañarte

3.6K 173 6
                                    

No había pasado mucho desde que el príncipe Zen había traído al castillo a la señorita Shirayuki.
Todos hablaban sobre eso en especial los guardias, sin embargo hasta la fecha aún no habían acordado un encuentro a solas entre ellos, debido a la apretada agenda del príncipe.

No obstante, eso no significaba que no deseaban verse, simplemente no se daba la ocasión. Él con sus papeles y reuniones, y ella con sus plantas y hierbas.

—Amo ¿cuando piensa ver a la señorita? —preguntó inoportunamente el acompañante de la pelirroja.

—Pues... —respondió avergonzado el príncipe.

—Zen últimamente no tiene tiempo ni para su descanso de 5 minutos,Obi.—intervino el fiel Mitsuhide.

—Eso es cierto, con lo de la coronación estamos muy ocupados... —comentó la señorita Kiki sin apartar la vista de los libros que acomodaba.

—Sólo digo que el amo debería pensar en la señorita y lo mucho que extraña verle. —sugirió Obi.

Pero claro que lo hacía, pensaba en ella a cada instante y en lo mucho que añoraba tomar su mano y hablar a solas. 

Solo ellos dos.

Involuntariamente comenzó a mirar su mano derecha y a recordar la calidez que le traía entrelazar sus dedos con los de su amada.

Sin darse cuenta se había sonrojado.


.
.
.
.
.
.
.
.
.
.


Mientras en la farmacia, la jefa Garack observaba atentamente a Shirayuki ir de un lugar a otro apresuradamente.

—¿Estas bien, Shirayuki?

Al escuchar eso, la joven de ojos verdes dejó de hacer lo que hacía.

Sin darse cuenta estaba haciendo todo a la apurada.

—¿Ah?...Si, estoy bien —respondió fingiendo una sonrisa.

—¿En serio? —siguió preguntando curiosa su maestra, mientras le miraba atentamente, con ansias de saber más; sabía que mentía.

—En realidad...no —habló para si cabizbaja, aunque Garack la escuchó.

Quería ocupar su mente en trabajar en la farmacia y así no tener que pensar en Zen y lo que le dolía no poder ni verlo de reojo, a pesar de sus esfuerzos ella no podía ocultar que en su subconsciente seguía la idea de terminar su trabajo en la farmacia y encontrarse con su príncipe. Así que sin darse cuenta actuaba como si todo lo hiciera para al final ver a Zen.

Aunque duramente sabía que, esa esperanza, era irreal.

Los primeros días en que Shirayuki pasó su estadía en el castillo, regresaba temprano para así tal vez encontrarse con Zen, pero cada vez que llegaba al Ala Este, los guardias siempre le avisaban que aún no regresaban, o que habían salido y no volverían hasta dentro de dos a tres días.

Era inútil seguir así, vivía en el castillo, muy cerca al dormitorio del príncipe, pero ni aun así podía estar con él.

Parecía que la distancia que los separaba a ambos se había vuelta más larga y dolorosa.

—Tan cerca, pero a la vez tan lejos —pensó la pelirroja al ir rumbo a su habitación.

Ya era tarde, a pesar que le habían dicho que podía irse temprano, esta prefirió quedarse en la farmacia todo el día, cuidando las plantas y estudiando; deseaba alargar el regreso a su habitación pues sabía que aunque llegara temprano, no le encontraría.

Corría viento.
Hacía frío.

.
.
.
.
.

Hola a tod@s.
Espero que les haya gustado este primer capítulo.

Será una historia corta.
Espero me apoyen.
Gracias por sus lecturas.
                   
                    I^_^I

"Encuentro Nocturno"-Akagami No ShirayukihimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora