Ewige Liebe -Jungkook-

Capítulo único.

Cuando el frío invierno llega, y amenaza con congelarte hasta el corazón. Llega alguien y te abraza, abrigando hasta la parte mas gris y fría de tu alma.

Cuando la oscuridad se apodera de tu mente y te obliga a cometer actos impuros, llega alguien con la mas brillante luz y la mayor pureza, a perdonarte cada pecado, cada error, cada paso mal dado.

Cuando la soledad invade cada lugar que pisas, llega alguien, solo una persona, que hace que sientas que estas con miles de ellas.

Cuando te odias y auto desprecias, llega alguien amando cada parte que odias, y haciendo que tu las ames también.

Así. Simplemente y es solo una persona. Una que con cada detalle te ama.

El amor, es una montaña rusa, un laberinto, un beso, un abrazo, una caricia y a veces, una simple mirada.

El amor era tu cabello castaño cayendo sobre tus ojos. Esos ojos color café, y esa mirada tan tajante.

Tu piel suave y blanca.

Tus labios rosados y tu sonrisa tan particular.

Amor eran tus caricias, tus sonoras risas en mis oídos y cada uno de tus jodidos besos.

Amor era tu nombre, cada letra que lo formaba.
Amor era tu nombre y el mio juntos, mezclados, y a medias.

Amor era tu voz, y las melodías que me cantabas, cada nota saliendo de tu boca era perfecta.

Amor era tu cuerpo fuerte, que siempre me protegía.

Amor eran tus muecas, tus palabras y protestas.

Era toda aquella preocupación que demostrabas hacia mi.

Amor era todo lo que tocabas, observabas o admirabas.

Eran tus manos entrelazadas con las mías.

Era tu cuerpo bailando al compás de la música.

Amor era verte dormir a mi lado, respirando tranquilamente, dándome la idea de que eras un ángel.

Amor era el contraste de tu piel con tu cabello y ojos. 

Amor eran tus mejillas sonrojadas, y tus rabietas de niño pequeño. 

Amor era tu cuerpo y el mío danzando entre las sábanas. 

Amor era todo lo relacionado a ti. 

Largas noches que pasaste a mi lado, en cada pesadilla, abrazándome como nunca. Cuando todos me habían abandonado tu te quedaste a mi lado. Recuerdo todo, hasta el mas mínimo detalle. No he olvidado nada, y aunque yo ahora este aquí, lejos de tus brazos, quiero escribirte para agradecerte todos y cada uno de aquellos detalles. Pero especialmente te escribo para recordarte que te amo, aun lo hago, aunque en el pasado no lo haya dicho seguido, lo hacia, te amaba, con cada célula de mi cuerpo y con cada rincón de mi corazón. Te amo, pero ahora se como hacerlo. 

Cada palabra de apoyo que salía de tu boca, era una luz en aquel profundo y oscuro pozo en el que me encontraba.

Cada mirada, intrigante, lujuriosa, enamorada, triste o apenada, era mi energía vital.

Cada caricia de tus manos, esparcidas por mi cuerpo, era la sanación para cada una de mis heridas, y el alivio para mis dolores.

Cada abrazo, era como reconfortar a mi alma. 

Todo de ti tenía un efecto distinto en mi. 

Te conocí en uno de mis peores momentos, y uno de los tuyos igual. Eramos uno, nos apoyábamos mutuamente, eramos como un sistema conjunto, si tu faltabas yo no funcionaba, y si yo faltaba, tu tampoco lo hacías.