katsuki estaba molesto, no, estaba enfurecido ¡argh!, esto no le podía estar pasando a él y menos hoy que era el cumpleaños de su novio izuku pero parecía que la vida solo le hacía malas jugadas porque ahora se encontraba en la oficina del profesor todoroki, el maldito todoroki shouto quien lo tenía retenido ahí mientras toda la escuela estaba casi vacía.
maldición, ya tenía 18 años no necesitaba que ese idiota que solo era 4 años mayor lo tratara como un niño que no sabía nada pero katsuki estaba seguro que desde el primer día se la traía contra él, ¡dios mío! quería cortarle las pelotas a todoroki.
-joven bakugou- el maestro entró a la oficina.
hijo de perra pensó el rubio.
-¿ya me puedo ir? - el tonó de voz del más joven fue una mezcla de fastidio y enojo - sin ofender profesor pero esto es completamente absurdo.
-¿dormirse en clase es absurdo? - shouto lo miró serio.
-no he sido el primero ni seré el ultimo así que si, es absurdo - el alumno sonrió - y si no le molesta tengo cosas más importantes que hacer.
-¿cómo el cumpleaños de tu novio? - miró a su alumno con una sonrisa divertida mientras una de sus finas cejas se elevaba.
-¿usted como sabe eso? - katsuki estaba perdiendo la paciencia con su joven maestro - aparte eso no le incumbe profesor.
-sería una lástima que no pudieras ir por quedarte aquí ¿no crees bakugou-kun? - se rió divertido al ver la expresión de su alumno. había dado en el clavo.
-¿qué mierda quiere? - su maestro lo vio con una clara sorpresa fingida - no se haga el idiota.
-solo quiero que digas las palabras mágicas - le sonrió - "por favor maestro".
katsuki estaba seguro que el hombre bicolor no haría tanto escándalo por algo así pero si eso quería se lo daría.
-por favor maestro -dijo con voz aburrida provocando que el alto se riera.
-nope, esa no es la forma - la sonrisa no se borraba de su cara y eso chocaba más a su alumno.
-p-o-r-f-a-v-o-r-m-a-e-s-t-r-o- hizo un deletreo perfecto esperando que eso haga feliz al otro.
-nope - la sonrisa seguía ahí.
-¡deje de joder! - el más joven soltó molesto.
en cuestión de segundos todoroki había acorralado al rubio en la silla donde estaba sentado poniendo cada brazo a un lado de ella y su sonrisa había desaparecido.
-parece ser que realmente quiere ser castigado joven bakugou - su voz ya no sonaba divertida ni cantarina como antes si no más profunda y masculina - y yo no soy quien para negarte ese lujo.
