Víctor Blade {15° cuento} LEMON

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Narra Lucía

Hoy era el último día de la "Inazumanga", una de las mayores convenciones anime de todo Japón.

Algunos jugadores del equipo decidimos ir con unos cosplays que de hace tiempo teníamos hechos, que básicamente eran diferentes yokais y yureis.

No teníamos ni la más mínima intención de llamar la atención; de hecho, ese era otro de los motivos por el que dijimos de disfrazarnos.

Para nuestra suerte, dentro del recinto, nadie nos reconoció. Vimos la exhibición de bailes de K-pop y el concurso de cosplay tranquilamente.

Eso sí, tanto caminamos y tanto tiempo estuvimos de pie, que cuando salimos de la estación de tren nos tumbamos en el césped del campo de la rivera sin pensarlo dos veces.

—No puedo mover ni un músculo.– Estiré mis brazos sobre la pequeña pendiente y cerré los ojos.

—Has movido tus párpados, aún tienes fuerzas.– Dijo Víctor con la única intención de molestarme; pero no consiguió ese efecto, más bien me sonrojó.– ¿Eh?– Murmuró confundido.

—¿T-tanto te fijas en mí?– El hecho de ser tímida no ayudaba en nada en esa situación.

—¡Uooooooh!– Exclamaron como un gallinero algunos chicos del equipo.

—Prefiero fijarme en la cara de una chica linda a tener que mirar a esta panda de graciosos.– Vale, si mi personalidad no ayudaba, esas palabras tampoco hacían mucho por el bien de la conversación.

A raíz de este comentario los chicos comenzaron una tanda de insultos, que preferiría no haber escuchado de lo malos que son.

Justo después de escuchar cosas como: "Sois más inútiles que la adaptación de un libro a película", "eres más invisible que un árbitro en pleno partido" o "Y vosotros sois tan tontos que capturaríais a un Magikarp con una Masterball".

Al no tener nada que hacer ni nada interesante que escuchar volví a cerrar los ojos para tomar un pequeño descanso, acción que se alargó un "poquito" más de lo previsto.

* * *

Al despertarme vi que estaba tumbado en una cama, con sábanas color magenta, aún vestida con mi cosplay de nekomata (un gato con la cola bifurcada, dividida en dos).

Me senté en el colchón y miré desorientada en todas las direcciones que podía, solo para descubrir que no sabía dónde estaba, un gran avance.

La puerta se abrió, dejando ver la cabeza del delantero estrella del equipo, el cual ya se había quitado su atuendo y llevaba un pijama morado.

—Hey, pensaba que ibas a tardar en despertarte, en el campo de la rivera parecías estar profundamente dormida.

—¿C-cómo pudiste darte cuenta de que estaba durmiendo?– Le pregunté sonrojada.– Si estabas discutiendo con los demás.

—Es muy simple.– Se sentó en el borde de la cara y acercó su cara a la mía.– Los ojos no están conectados a la boca, puedo hablarle a alguien y mirar a otra persona.

—¿Y p-por qué me estabas mirando a mí y no al cielo o a la hierba?– Lo miré curiosa

—Aaaagh.– Suspiró pesadamente al cielo, aunque parecía estar ocultando un sonrojo en realidad.– Lucía, eres lo suficientemente lista como para leer entre líneas, no lo hagas más difícil de lo que ya es.

Tomé su cara entre mis manos y la acerqué cada vez más a mi rostro, sus mejillas tomaban cada vez un color más rojo.

Cuando nuestros labios estaban a punto de juntarse desvié mi boca hacia uno de sus oídos.

Inazuma eleven & go One-shots.Where stories live. Discover now