No tuvo sentido,
no tuvo el más mínimo sentido.
Empeñados en salvar algo muerto,
como quien sigue regando
una flor marchita.
O como quien le habla
a quien ya no está.
Empeñado en ver a Roma
como si fuera París,
hecha de amor y vida.
Nunca quisiste ver,
que yo,
soy más bien Roma.
Hecha de pedazos y ruinas.
Que sepas,
que Roma en su momento
le daba mil vueltas a París.
Y que era esta,
la que tenía envidia
y no al revés.
YOU ARE READING
Te pienso.
Poetry¿Cómo explicar con palabras lo que sufre el alma? Esa pregunta lleva atormentándome demasiado tiempo y aún no sé la respuesta, lo siento.
